martes, 6 de septiembre de 2011

LA PRODUCCIÓN AGROPECUARIA EN ARGENTINA

Introducción

La República Argentina, ubicada en el extremo sur de América, presenta excelentes cualidades para la producción agropecuaria; ésta representa el 32% del PBI, el 60% de las exportaciones, y de ella proviene el 90% de los alimentos que se consumen en el país.

Las características agro-climáticas argentinas, permiten las más variadas actividades productivas, las cuales se realizan sobre extensas regiones que posibilitan la obtención de alimentos sanos y libres de contaminantes, tales como plaguicidas, residuos derivados de la contaminación industrial, etc. Esta característica hace que los productos obtenidos sean de una calidad superior, y de no mediar problemas arancelarios y para-arancelarios, estos llegarían a las mesas de los consumidores de todo el mundo, sin ningún tipo de limitación.

En Argentina existe todavía una importante oferta de tierra disponible para realizar actividades agropecuarias. La fertilidad de estas tierras pampeanas las ha hecho famosas entre los productores de todo el mundo.

Las empresas y cooperativas ligadas al sector agropecuario, han generado una importante modernización de sus plantas y sistemas, y consecuentemente un mejoramiento de las condiciones en que se producen alimentos en el País.

LAS PERSPECTIVAS DE LA PRODUCCIÓN AGROPECUARIA EN ARGENTINA

Existen en Argentina amplias zonas aptas para la producción agrícola-ganadera, en donde se conjugan una serie de factores, que hacen posible el desarrollo agropecuario de nuestro país.

Los Suelos

Una variada gama de suelos, encuentran como factor común su gran fertilidad, esta característica también implica una muy baja necesidad de uso de fertilizantes. Esta es una característica diferencial que nos posiciona mejor desde el punto de vista de los costos y la calidad de los productos obtenidos, en comparación con otros países productores.

El agua

Todos sabemos que en el mundo, es este uno de los elementos más escasos. En nuestro País, existen un sinnúmero de técnicas para lograr la mejor utilización del agua almacenada en el perfil del suelo, conocidas por técnicos y productores. En donde el régimen pluviométrico no es suficiente para obtener buenas cosechas, existen enormes reservas de agua subterránea. Solo el 1% de los productores utiliza el agua con fines de riego, lo que hace que las reservas se encuentren prácticamente intactas.

Los recursos humanos
La producción agropecuaria es la forma de vida tradicional de la Argentina. Si bien en las últimas décadas se produjo una migración interna, hacia las grandes ciudades, aún hoy es posible encontrar mano de obra suficiente para las nuevas explotaciones.

Debe aclararse que en muchos casos es necesario capacitar a dicha mano de obra, y actualmente este es uno de los desafíos de la producción agropecuaria. Mejorar el nivel de capacitación de la mano obra vinculada.

Desde el punto de vista técnico, el problema es menor, ya que las Universidades de nuestro país han seguido produciendo un excelente nivel de profesionales, y muy buena cantidad, en relación a la alta demanda actual.

Las cadenas comerciales

La tradición de producir alimentos, ha hecho que se genere una importante cadena comercial en torno al sector. Los costos de comercialización aún son algo elevados, sobre todo debido al costo del transporte interno, comparados con otros países productores, pero se consigue disminuirlos cuando se opera con grandes volúmenes, y almacenamiento en chacra durante el pico de cosecha.

Una muy importante cantidad de producto se exporta, por lo que cada año se mejoran las condiciones para el manejo de la mercadería y se han reducido sustancialmente las trabas burocráticas. Se mantiene un estricto control de las condiciones higiénico-sanitarias, a fin de garantizar a los consumidores, estándares superiores de calidad de los alimentos.

El mercado Internacional

La demanda de alimentos crece en el mundo. La demanda de granos a nivel mundial creció un 11 % anual en los últimos cinco años, y la de harinas un 18 por ciento anual.

Los principales analistas del sector consideran que estamos atravesando un momento único, como pocas veces a lo largo de nuestra vida como país, fundamentalmente por tres oportunidades que hoy se presentan para la producción agropecuaria: el crecimiento asiático, el desarrollo de los biocombustibles y la baja de los subsidios agrícolas.

Según los analistas, China, que ocupa el sexto lugar en el mundo en términos de producto bruto interno, pronto habrá de superar a Gran Bretaña y Alemania, seguramente superará a Japón en el 2016 y a EEUU en el 2040. El principal problema social y político de China es alimentar al 23 por ciento de la población mundial, con solo el siete por ciento de los recursos hídricos y de las tierras agrícolas del planeta.

Para alimentar a su población China cuenta con una hectárea arable por cada diez personas. Mientras que el promedio mundial es de una hectárea arable por cada 4,4 personas.

Por lo tanto, China necesita para el 2013, por ejemplo, importar 46 millones de toneladas de soja aun cuando duplicara su producción actual, lo que es casi imposible de realizar por sus limitaciones físicas. Sólo de esta manera, China podría dar respuesta al crecimiento natural de la demanda. Hoy importó 31 millones de toneladas de granos durante el año 2007 y sin la producción Argentina no podrá cubrir su demanda.

La crisis energética a nivel mundial, con altos precios del petróleo, hace que los biocombustibles generados por el agro sean hoy rentables y estratégicos, además de ser menos contaminantes. Los países desarrollados ya lo saben y actúan. En 2010, todo el gasoil europeo deberá contener un 10 por ciento de biodiesel.

En Estados Unidos, el desarrollo del etanol a partir del maíz ha permitido aumentar casi 20 dólares por tonelada el precio de este grano para sus productores. Funcionan allí más de 75 plantas, que elaboran casi dos cosechas argentinas por año. El Biodiesel a partir de soja creció 458 por ciento en Estados Unidos con más de 30 empresas productoras que consumen 76 millones de litros.

Argentina cuenta con una ley de biocombustibles en virtud de la cual a partir del 1º de enero de 2010 todos los combustibles que se comercialicen en Argentina deberán contener un 5% de biodiesel o bioetanol, según corresponda. Esta sola medida implicará un importante soporte a la caída estacional de los precios, fundamentalmente por la aparición de un nuevo actor en la cadena industrial y comercial, que requerirá soja y maíz a lo largo de todo el año.

Por otra parte, un déficit récord en la historia de Estados Unidos, sumado a la inclusión de nuevos países en la Unión Europea, son la principal razón que podría producir una significativa caída de los subsidios agropecuarios en los próximos años, ya que los presupuestos gubernamentales no pueden tolerar seguir pagando 1000 millones de dólares por día para sostener a productores no competitivos. Ello tendrá una incidencia directa en el mejoramiento de los precios de los commodities agrícolas en el mercado internacional.

Para el caso de la carne, las cifras son igual de impresionantes. China consumía 3,8 kgs. de carne por habitante y por año en 1961, en el año 2001 el consumo ya había superado la barrera de los 55 kgs. un incremento del 1345 %. Si se mantuviese esa tasa de crecimiento, todos produciremos carne para China.

La posibilidad de conseguir tierra en Argentina, a valores sustancialmente menores a la de otros países competidores en la producción alimentos, presenta al negocio con un excelente futuro próximo.

Los mercados internacionales están cada vez más abiertos, y eso mejora las perspectivas de nuestros productos a mediano y largo plazo.

Las condiciones antes enunciadas de manera resumida, entre otras de menor importancia, hacen que el negocio agropecuario en Argentina tenga muy buenas perspectivas.

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