martes, 16 de agosto de 2011

Felipe Matias Romero

Tipografía II

Medios de Comunicación en la Argentina

1. Introducción

En la actualidad nadie duda del nivel cultural de los medios de comunicación en Argentina. Incluso los estratos sociales que más sufren la carencia de formación cultural reniegan de la calidad de los programas ofrecidos por los medios nacionales; tal vez no apelen a la forma verbal de dudosa veracidad con la que se jactan sus compatriotas más preparados ("Yo no veo televisión"), pero saben lo que es bueno y, por oposición, lo que no lo es. No pretendo hacer de este ensayo un aburrido relato histórico del desarrollo de los medios masivos de comunicación (MMC) en Argentina, sino más bien describir su estado actual, su fisonomía moderna, su contenido, y analizar el rol que en el nuevo milenio cabe a los componentes básicos de la comunicación de masas: emisor – canal – mensaje – receptor. Sin embargo, antes de hincar el diente en el jugoso banquete tendremos que tomar un aperitivo con los protagonistas (la prensa, la radio, la TV y la internet), para conocerlos. Ruego al lector sepa disculpar a este humilde anfitrión por no poder saltearse la parte más aburrida de la velada, pero las referencias históricas serán breves, lo prometo.
La internet, la nueva estrella de comunicación que en la última década ha venido a rivalizar con los medios clásicos (la prensa, la
radio y la televisión), reúne los componentes básicos de la comunicación, y ciertamente constituye un medio masivo de comunicación, por lo que se incluirá su análisis en este ensayo.

¿Que son los medios de comunicación?

- Se hace referencia al instrumento o forma de contenido por el cual se realiza el proceso comunicacional o comunicación. Usualmente se utiliza el término para hacer referencia a los medios de comunicación masivos (MCM, medios de comunicación de masas o mas media); sin embargo, otros medios de comunicación, como el teléfono, no son masivos sino interpersonales. Los medios de comunicación son instrumentos en constante evolución. Muy probablemente la primera forma de comunicarse entre humanos fue la de los signos y señales empleados en la prehistoria,[2] cuyo reflejo en la cultura material son las distintas manifestaciones del arte prehistórico. La aparición de la escritura se toma como hito de inicio de la historia. A partir de ese momento, los cambios económicos y sociales fueron impulsando el nacimiento y desarrollo de distintos medios de comunicación, desde los vinculados a la escritura y su mecanización (imprenta -siglo XV-) hasta los medios audiovisuales ligados a la era de la electricidad (primera mitad del siglo XX) y a la revolución de la informática y las telecomunicaciones (revolución científico-técnica o tercera revolución industrial -desde la segunda mitad del siglo XX-), cada uno de ellos esenciales para las distintas fases del denominado proceso de globalización.

¿ Cuales son sus propósitos?

- El propósito principal de los medios de comunicación es, precisamente, comunicar, pero según su tipo de ideología pueden especializarse en; informar, educar, transmitir, entretener, formar opinión, enseñar, controlar, etc.

¿Cuales son esos medios justamente?

El libro

En su uso, el libro se percibe como un conjunto de contenidos distintos e innumerables, a la libre elección y utilización de los individuos. El suministro no está controlado abiertamente, aunque las librerías, las bibliotecas, los colegios y las familias desempeñan un papel. El libro es bastante independiente del lugar y del tiempo en cuanto al uso, y su contenidos también está poco constreñido por el tiempo histórico y el espacio geográfico. En cuanto a la segunda gran dimensión, la política, el libro está frecuentemente asociado con la libertad, aunque su potencialidad para la disidencia esté sujeta a limitaciones, goza de una especie de "aura" política, pese a ser escasos los libros que han tenido una importancia política directa. Además., por mucho que la principal orientación del contenido de los libros sea el entretenimiento y la fantasía, en el caso del libro predominan las asociaciones con la realidad, la moralidad, el arte y lo serio, más bien que lo contrario. En la dimensión de las relaciones sociales, la lectura es una actividad solitaria, pero que se presta a una gran participación y a una sensación de adhesión vicaria al autor, pese a que lo habitual sea la lejanía tanto en el espacio como el tiempo entre el autor y el lector. El libro no suele asociarse con el barrio ni con la localidad, sino con la nación o con alguna entidad mayor; con frecuencia es internacional o carece de localización social determinada. Organizativamente, la imagen del libro da "prioridad al mensaje", es "tecnológicamente baja" y está muy asociada con una profesión concreta, la de escritor, por muy mítica que sea tal profesión. McQUAIL, Denis, Introducción a la teoría de la comunicación de masas, Paidós Comunicación, Barcelona, 1983.

El cartel

· Carteles comerciales:

Son también llamados carteles de consumo, ya se usan en las ventas de productos, se logran con imágenes reales e ideal para motivar la adquisición del producto.

· Carteles políticos:

Estos carteles presentan los momentos pre-electorales y simplemente se limitan a retratos de los candidatos, en la realización de estos carteles se usa el sistema ``OFF-SET'' por la cantidad que se imprime.

· Carteles sociales:

Son los que tratan temas de drogas, problemas de la sociedad, son anticuados en cuanto al diseño y las imágenes utilizadas son tradicionales, tienen excesiva tipografía y un mensaje extenso.

· Carteles deportivos:

Se demuestra el objeto que se quiere vender, si es un evento que se publicita presentes los medios de difusión y el movimiento que desata el deporte.

· Carteles de congresos:

Son pocos originales, ya que el diseño no les interesa, solo desean informar sobre alguna actividad. Los colores influyen con el paisaje y es utilizado como emblema del medio ambiente donde se desarrollaría la actividad.

La prensa

El contenido no es unitario sino múltiple (el modelo des supermercado) e históricamente muy concreto y perecedero, y el suministro está muy dirigido y organizado por otros (la organización de la prensa). Su situación con respecto a las dimensiones de la libertad y control es similar a la del libro, pero el periódico es mucho más relevante para el poder estatal, dada la preponderancia de los contenidos políticos. La norma dominante es que el periódico debe ser libre y la imagen que tiene de sí mismo es de potencial oposición a la autoridad, al margen de cual sea la realidad cotidiana. Su definición en término de valores culturales y morales es ambigua prácticamente en el mismo grado que la del libro, lo que refleja los dos grandes modelos de periódicos: los de

élite o de partido, por una parte, y la prensa popular o de bulevar, por otra. El primero se orienta hacia lo real, lo moral y serio, aunque no tiene la imagen de arte. Incluso los periódicos populares rinden pleitesía aparente a su orientación hacia la realidad, sin lo cual no podrían pretender crear su opinión ni ser auténticos diarios.

La definición de periódico en la dimensión de las relaciones sociales diverge curiosamente de la del libro. La lectura del periódico es una actividad individual, pero pública, que tiene lugar en cafés y lugares públicos tanto o más que en las casas, de modo que constituye una especie de puente entre lo privado y lo público. Por lo demás, es muy variable, según las distintas formas. Puede ser un pilar de la firme adhesión a la localidad, la región o la nación. Pero la imagen predominante es la de un vínculo laxo, en concordancia con el carácter de servicio funcional y "secular" del periódico moderno. Al igual que el libro, el periódico da prioridad al mensaje, por distinto que sea el contenido, y la actual tecnología avanzada que se utiliza en la producción de los periódicos en realidad no ha alterado su imagen de "baja tecnología", creada probablemente hace uno o dos siglos.

De alguna manera, podríamos afirmar que el periódico ha sido más innovador que el libro impreso ya que produjo el nacimiento de una nueva forma literaria, social y cultural (el discurso periodístico) aún cuando en el momento en que este proceso se iniciaba no fuera percibido como algo tan diferenciado.

La historieta

La historieta, convertida en medio de comunicación de masas gracias a la evolución de la prensa decimonónica, vivió su época dorada en cuanto a número de lectores tras la Segunda Guerra Mundial. Con la proliferación de nuevas formas de ocio en la segunda mitad del siglo XX, va dejando de ser un medio masivo en la mayoría de los países, creándose formatos más caros, tales como álbumes o revistas de lujo, y buscando nuevos tipos de lectores.

El teléfono

El teléfono es un dispositivo diseñado para transmitir por medio de señales eléctricas la conversación entre 2 personas a la vez. El teléfono fue creado conjuntamente por Alexander Graham Bell y Antonio Meucci en 1877.

La radio

La radio es una tecnología que posibilita la transmisión de señales mediante la modulación de ondas electromagnéticas. Por su alcance electromagnético le era mucho más fácil el poder llegar a lugares lejanos. Corresponden al tipo sonoro. Es un medio "solo-audio" que en la actualidad está recobrando su popularidad.Según Lamb, Hair y McDaniel, escuchar la radio ha tenido un crecimiento paralelo a la población sobre todo por su naturaleza inmediata, portátil, que engrana tan bien con un estilo de vida rápido. Además, según los mencionados autores, los radioescuchadores tienden a prender la radio de manera habitual y en horarios predecibles. Los horarios más populares son los de "las horas de conducir", cuando los que van en su vehículo constituyen un vasto auditorio cautivo. Sus principales ventajas son: Buena aceptación local; selectividad geográfica elevada y demográfica; . Además, es bastante económico en comparación con otros medios y es un medio adaptable, es decir, puede cambiarse el mensaje con rapidez. Sus principales limitaciones son: Solo audio; exposición efímera; baja atención (es el medio escuchado a medias); audiencias fragmentadas.

¿Cuáles son los medios de comunicación en la Argentina?

Prensa

La historia del medio gráfico nacional comienza a formalizarse a comienzos del siglo XIX, con la Revolución de Mayo. Sin embargo este comienzo se relaciona con el comienza de los medios gráficos franceses e ingleses a fines del siglo XVII a comienzos del XIX. (v. Rivera, 1998)

Aquí, en el Río de la Plata, la Revolución de Mayo nace bajo la impronta de la Ilustración y de la Revolución Francesa, por lo tanto la situación material e ideológica de la prensa comienza a tomar un fuerte impulso a partir de 1810. Se modernizan las imprentas, nacen otras nuevas, se comienza a dar prestigio a la palabra impresa. Algunos ejemplos serán La Gaceta de Buenos Aires, de Mariano Moreno, los periódicos como El Censor, Mártir o Libre, El Independiente, Los Amigos de la Patria, El Grito del Sud, etc. Sin embargo estas primeras publicaciones tenían también su reflejo en la prensa inglesa de esa época, donde los periodistas eran los políticos de esa época, que más que escribir predicaban, enseñaban, adoctrinaban... (v. Rivera, 1998).

En nuestro país, o proyecto de país, se estaban organizando las primeras imprentas, se comenzaban a fijar los primeros temas importantes para la discusión cultural, como la creación de imprentas y bibliotecas, las academias, la educación, etc. Esto siempre bajo la influencia de la Ilustración europea. Los escritores y protoperiodistas todavía se dedicaban a otras profesiones que les remitieran ingresos y en segundo plano a escribir.

Los orígenes europeos de la prensa ilustrada no son tan lejanos de los nuestros. En 1835 Rivera Indarte crea el primer periódico ilustrado de Buenos Aires: El Diario de Anuncios. (v. Rivera, 1998). Luego llegarán Museo Americano de ese mismo año, que era un semanario ilustrado editado por el suizo César Bacle, quien instaló en Buenos Aires, el primer taller de litografía hacia 1928, y La Moda, 1837, la primer revista que incluye en sus páginas la frivolidad como tema, aunque de todas formas sigue el estilo de la Ilustración, con sus notas de marcado enciclopedismo. Alberdi fue uno de sus ilustres integrantes.

En el Río de la Plata, dentro de una coyuntura política conflictiva, una guerra civil y la nueva organización nacional, dará lugar a un tipo de relación política facciosa que también determinará la forma de la prensa hasta principios del siglo xx, esta prensa de facciones conservadoras dará origen a dos diarios fundamentales en la historia de los medios gráficos: La Prensa (de José C. Paz) y La Nación (de Bartolomé Mitre), estos dos medios matutinos serán por mucho tiempo los medios hegemónicos de transmisión de noticias y manejo de la opinión pública. Presentando una permanente tensión entre ambos, adscribiendo alternativamente al modelo americano moderno, o al modelo francés. (v. Saitta, 1998)

Aquí, en el Río de la Plata, cuando ya estaba instalada la fotografía, aun se continuaba haciendo, como el caso del cuadro Episodio de la Fiebre Amarilla, del uruguayo Juan Manuel Blanes, la noticia y en especial la ‘mala noticia’ (el sensacionalismo) por la pintura mucho antes que lo pudiera hacer la fotografía.

La llegada de formas modernas de composición tampoco cambiaron la historia en forma inmediata. Los periódicos de finiseculares hasta entrada la primera década de nuestro siglo continuaban componiendo sus portadas sin aprovechar todas las posibilidades técnicas de composición. Encontramos que diarios de gran tiraje como La Prensa y La Nación, no incluyen todavía, grandes titulares o fotografías en sus portadas.

El caso de Quiroga es, especialmente interesante, porque fue uno de los primeros escritores-periodistas en dedicarse a la crítica cinematográfica, un género nuevo en las publicaciones periódicas de la época (Caras y Caretas, Atlántida, El Hogar) aunque, poco tiempo después, se convertiría en una sección más de los periódicos.

Tanto el cine como la radio modificarían fundamentalmente las concepciones hasta entonces conocidas, pero los tiempos políticos del país serían un serio determinante de la popularización de algunos medios, como los periódicos vespertinos y los magazines modernos (al estilo europeo, pero con algunas modificaciones contextuales). Un ejemplo de esto será sin duda Caras y Caretas, que elige una novedosa fórmula, la de incluir historietas, viñetas costumbristas y otros géneros periodísticos como la entrevista. Además de la composición más novedosa, la publicación ingresa en un terreno interesante, la crítica política.

Cuando hablamos de la coyuntura política de principios de siglo, estamos teniendo en cuenta a la generación modernista, a las nuevas formas de relación social producida por el ingreso de actores sociales nuevos como el proletariado urbano, a la democratización educativa producida por la generación del ’80 en su afán de homogeneizar la gran masa de inmigrantes europeos del último cuarto de siglo XIX. Está coyuntura política permitió seguramente la creación y nacimiento de nuevas publicaciones con formato magazine y también con estructura periódica.

En este terreno es imposible eludir el cambio significativo provocado por Natalio Botana con Crítica que en 1913, (un año después de la Ley Saenz Peña) sale a la calle. Pero su innovación más importante fue la gran utilización del titular de gran cuerpo, el hincapié constante en la noticia policial, situándose en un lugar sensacionalista muy marcado. Aunque en los finales de la década del ’10 y el principio de la década del ’20, las transformaciones eran muy grandes, lo que permitían esta suerte de hibridación de sensacionalismo e intelectualidad, que podía convivir en un medio. Más tarde incluso una década después, Botana, le entregará a Petit de Murat y a Borges el suplemento de los sábados que tendrá un sesgo intelectual pero haciendo permanentes concesiones a la cultura popular.

Este hincapié en las concesiones permanentes a lo popular llaman la atención por el origen y posterior derrotero de Borges y Petit de Murat, ya que ambos provenían de la vanguardia arte purista de los años ’20, es decir el Grupo Florida (que había editado la revista Martín Fierro). Este grupo modernizador había aportado las innovaciones de utilizar en su publicación el tamaño tabloid, tematizando una gama muy amplia de fenómenos expresivos que van desde la arquitectura hasta el jazz. Buscando permanentemente la originalidad expresiva, la supremacía de la forma por sobre el contenido y el alejamiento de cuestiones banales como la política. Sin embargo, contradictoriamente, el grupo se separa por cuestiones políticas (el apoyo o no a la segunda candidatura de Irigoyen).

Meridionalmente opuesto se encontraba el Grupo Boedo, con fuerte compromiso político de izquierda. En su seno se encontraban escritores de no menor importancia que en el Grupo Florida. Aunque con menos desenfado y más comprometidos, el caso de Roberto Arlt se transforma en paradigmático, puesto que nos obliga a dudar (con el beneficio de la perspectiva que nos da el tiempo) si estas divisiones y clasificaciones no son demasiado rígidas o solo son formas de encuadrar el clima confuso de la época.

Historieta

La historieta o cómic argentino es una de las tradiciones de historieta más importantes a nivel mundial y la más importante a nivel latinoamericano,1 viviendo su «época dorada» entre las décadas de 1940 y 1960. Poco después, en 1970, el teórico Oscar Masotta sintetizaba sus aportaciones en el desarrollo de modelos propios de historieta de acción (Oesterheld, Hugo Pratt), cómica (Dino Battaglia, Divito, Quino) y folclórica (Walter Ciocca) y la presencia de cuatro grandes dibujantes (José Luis Salinas, Arturo del Castillo, Hugo Pratt y Alberto Breccia).

Cine

El Cine fue un paso más en la creación de medios de comunicación masivos. Corresponden al tipo audiovisual. Es un medio audiovisual masivo que permite llegar a un amplio grupo de personas "cautivas" pero con baja selectividad. Sus ventajas son: Audiencia cautiva y mayor nitidez de los anuncios de color. Entre sus desventajas se encuentran: Poco selectivo en cuanto a sexo, edad y nivel socioeconómico.

Televisión

La palabra "televisión" es un híbrido de la voz griega "Tele" (distancia) y la latina "Visio" (visión). El término televisión se refiere a todos los aspectos de transmisión y programación, que busca entretener e informar al televidente con una gran diversidad de programas. La televisión enlaza diversos anuncios que la población utiliza para mantenerse informado de todo el acontecer.

Internet

Internet es un método de interconexión de redes de computadoras implementado en un conjunto de protocolos llamados TCP/IP y garantiza que redes físicas heterogéneas funcionen como una red (lógica) única. Hace su aparición por primera vez en 1969, cuando ARPANET establece su primera conexión entre tres universidades en California y una en Utah. Ha tenido la mayor expansión en relación a su corta edad comparada por la extensión de este medio. Su presencia en todo el mundo, hace de Internet un medio masivo, donde cada uno puede informarse de diversos temas en las ediciones digitales de los periódicos, o escribir según sus ideas en blogs y fotologs o subir material audiovisual como en el popular sitio YouTube. Algunos dicen que esto convierte en los principales actores de la internet a los propios usuarios.

La Propiedad de los Medios Masivos de Comunicación en Argentina

En nuestro país son dos los grupos económicos que aglutinan la mayoría de los medios: Telefónica Argentina S.A. y el Grupo Clarín.
Por un lado la empresa Telefónica de Argentina S.A. es dueña de Advance (proveedor de servicio de internet), Telinver S.A. (empresa que publica las guías telefónicas), Altocity.com S.A. (un shopping virtual), Telefónica Data Argentina (servicios
web para empresas), Telefónica Móviles S.A. (telefonía móvil, con su producto estrella: Unifón), Terra Networks S.A. (grupo global de internet con presencia en 43 países – el tipo de gigante comercial que absorbe a la competencia pequeña), Telefónica Media S.A. (propietaria de 9 canales abiertos de TV y principal accionaria de Telearte), y con el 100% de las acciones de Radio Continental. Telefónica posee además del 50% de García Ferré (productora de películas infantiles), el 30% de Patagonik Film Group, y el 20% de Torneos y Competencias (eventos deportivos). Sprayette S.A., Katalyx Argentina S.A., Atento Argentina S.A. y Emergia Argentina S.A., empresas que a su vez administran otras empresas, también son del grupo Telefónica.
El Grupo Clarín es propietario parcial o total de: Arte Gráfico Editorial Argentino S.A. (Diario Clarín, Diario Deportivo Olé), Artes
Gráficas Rioplatense S.A., Hachette Filipacchi Agea Publicaciones S.A. (Revista Elle), Cimeco S.A. (Diarios La Voz del Interior y Los Andes), Papel Prensa S.A. y la Agencia Diarios y Noticias (23%). En el área audiovisual con Artear S.A. (Canal 13, Volver, TN), Patagonik Film Group S.A., Radio Mitre S.A. (Cadena Mitre, Cadena 100, Cadena Top 40). Deportes: Tele Red Imagen S.A. (TyC Sports), Televisión Satelital Codificada S.A., Teledeportes S.A. Distribución de TV: Galaxy Entertainment Argentina S.A., (Direct TV), Multicanal S.A. Telecomunicaciones (sí, esto también): CTI S.A., Audiotel S.A. Área Digital: Prima S.A.(Ciudad Internet, Datamarkets, Citinet).
Resulta evidente que los esfuerzos legislativos por evitar la formación de emporios en el área de comunicaciones, por preservar la pluralidad, han fracasado. Esto es así tanto por la habilidad económica y legal de estos poderosos grupos financieros como por la inoperancia de los organismos públicos competentes. Es cierto que la apropiación de los medios masivos de comunicación en manos de unos pocos ocurre en muchos países democráticos, tal vez en todos, pero el que sea un mal de muchos no significa que no sea un flagelo directo en contra de la pluralidad de opinión, baluarte de toda
democracia, que debe combatirse.
El emporio de
los medios de comunicación no sólo otorga a sus dueños el poder de decidir sobre la conveniencia de los contenidos a difundir (la herramienta básica de la manipulación de la opinión pública), sino que –ante la ausencia de competencia– les permite también establecer los términos económicos de sus propios productos. El ejemplo más evidente es la transmisión de partidos de fútbol, que prácticamente ha dejado al público de TV por aire al margen de su disfrute y que condiciona a las repetidoras de cable. ¿Quieren transmitir el partido? OK, este es el precio (he decidido omitir el costo aproximado de este producto por razones de decoro, no está bien incluir obscenidades en un ensayo).

Los Contenidos de los Medios de Comunicación en Argentina

En Argentina existe un ente oficial que se encarga de fiscalizar los contenidos de la radio y la televisión, el Comité Federal de Radiodifusión (COMFER). Este organismo considera a la comunicación como un bien social necesario para el desarrollo cultural, educativo y económico de la población. El objetivo del COMFER es asegurar la posibilidad de expresión para las diferentes corrientes de opinión, promocionar el patrimonio cultural, y garantizar el pluralismo político, religioso, social, cultural, lingüístico y étnico. Por intermedio de la creación de la Defensoría de los Usuarios de Radio y Televisión se busca eliminar de estos medios los contenidos que promuevan la discriminación, que atenten contra los derechos del niño, el trabajador o los ancianos, la pornografía, la difusión de información falsa, la incitación a la violencia o al delito.
Todo esto está muy bien, digamos que el COMFER –en tanto funcione– es un escudo contra posibles atropellos a los
derechos humanos, pero no puede hacer nada contra los llamados "programas basura" cuyo contenido no viola ninguna ley (los programas más audaces, los que viven en la frontera de la legalidad desafiando valores morales como la dignidad, la honestidad y la privacidad de las personas, con frecuencia afrontan procesos judiciales que no temen perder pues aún así el rédito económico suele ser muy superior a los costos por infringir la ley). La libertad de expresión es como una moneda de dos lados, la cuestión pasa por ejercer la libertad de elección de forma tal que la gente sepa qué lado es conveniente observar, escuchar o leer.
Como ya se ha dicho, el contenido de la internet es pluralista en el sentido más amplio de la palabra; existen sitios para todos los gustos y preferencias (no obstante, no olvidemos que la libertad de elección está subordinada a la disponibilidad de los medios de acceso). Los contenidos de la prensa, la radio y la televisión están dados por la actualidad (las noticias y lo que está de
moda), y un juego interactivo entre las preferencias de los productores y los consumidores (el clásico binomio dinámico: oferta – demanda). Podría decirse que es un proceso de ensayo y error, los medios difunden un programa y miden la aceptación que tiene en el público (el "rating").
La prensa no tiene mucho que innovar en
materia de contenido, fundamentalmente es un medio informativo, no de entretenimiento. Las noticias cubren todos los aspectos de la vida en sociedad; no sólo se incluyen los tópicos clásicos como el quehacer político–económico y los horrores cotidianos encuadrados en la sección de policiales, sino también los deportes, el arte, la ciencia, la moda, la informática... En un diario de domingo pueden encontrarse noticias o artículos especiales sobre prácticamente todos los aspectos de la vida.
Esto en cuanto a la variedad de contenidos, la calidad de los mismos es otro tema. En general los diarios, al menos los más importantes de Argentina, tienen un nivel comparable a cualquier diario prestigioso del primer mundo. Si el periódico dispone de un buen plantel de profesionales y de los medios (económicos y tecnológicos) para acceder a las principales agencias de información del mundo (DyN, Reuter, Télam, etc.), el resultado es más o menos el mismo y no queda más que obedecer la línea editorial para decidir si las noticias sobre la persecución de Osama Ben Laden deben imprimirse en primera plana, en la sección de internacionales, o en un rinconcito de la última página. No es el caso de los medios de prensa "alternativos", loables esfuerzos de la prensa independiente, cuyos descuidos pueden resultar hasta insultantes para el lector instruido (el encabezado de primera plana de un ejemplar del diario "Hoy Día Córdoba" de mediados del año 2000 rezaba: "La Oficina Anticorrupción investiga a el Intendente por..."). Independientemente de la calidad del texto, incluso al margen de la ideología del periodista que redacta la noticia, para el lector ilustrado este tipo de descuido puede resultar la punta de un iceberg, un indicio poco acertado del profesionalismo del
personal del medio.
Los programas de radio no brillan por la variedad de sus contenidos. Los programas tipo ómnibus, más comunes en las AM, combinan la difusión de noticias con temas cotidianos de interés para el ama de casa (recetas de cocina, consejos para la
salud, novedades de la farándula, etc.). La radio, a diferencia del periódico, es un ámbito más propicio para la discusión, y los programas ómnibus suelen dar un tratamiento más extenso a la noticia del día incluyendo crónicas en vivo desde el lugar del hecho, conceptos de expertos o de los involucrados, la opinión de los oyentes que se comunican telefónicamente... Los programas de FM, en cambio, parecen ser un alternativa para aquellos oyentes que no quieren escuchar más que música y, en todo caso, un breve resumen de las noticias del día y los chismes del ambiente artístico.
La televisión es sin duda el medio más criticado por sus contenidos. Básicamente, se le critica el desaprovechamiento de su potencial (la TV es un medio audiovisual que llega a millones de personas de todas las edades, durante todo el día), relegando programas educativos o instructivos por contenidos superfluos, pasatistas, o peor aún, violentos. Esto es así, pero la
responsabilidad no es sólo de los productores de televisión sino también de los televidentes. El criterio que decide la puesta al aire y la continuidad de un programa (no sólo televisivo) es su rendimiento en cantidad de público, el rating, que se traduce en ingresos económicos por publicidad y merchandising. El razonamiento de los que sustentan el sistema por medio de la publicidad es muy sencillo: si tengo una empresa de galletitas saladas y quiero dar a conocer el producto, ¿debo insertar la propaganda en un espacio educativo de público reducido o durante la transmisión de "Gran Hermano" o "Video Match", con un público de miles de personas (potenciales consumidores de galletitas saladas)?
En los contenidos de los MMC hay un factor más que determina su calidad: los periodistas y productores. En Argentina todo lo que se necesita para recibir el certificado de periodista es trabajar dos años continuos en medio acreditado; no es necesario decir más. Para ser productor sólo hace falta tener capital e interés por desarrollarlo en un medio masivo de difusión (aunque tal vez también sea necesario conocer a alguien influyente del medio). Entre otras cosas, es por eso que tenemos comentaristas de fútbol que utilizan
registros de discursos del todo ajenos al ámbito deportivo, periodistas que se conforman con respuestas fútiles ("...lo que pasa es que los periodistas describen la realidad", le dijo el presidente De la Rúa a Mariano Grondona, como acusándolos de un pesimismo infundado que atenta contra la situación nacional, y Grondona pasó a otro tema), y analistas políticos o económicos que al referirse a un huevo hablan de la clara pero nunca de la yema.

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