POLITICA ARGENTINA(1810-2010)
En 1806 y 1807, en el marco de las Guerras Napoleónicas que tenían lugar en Europa, tuvieron lugar las Invasiones Inglesas. Sir Home Riggs Popham y William Carr Beresford encabezaron la primera, que tomó el control de la ciudad de Buenos Aires durante 45 días hasta su expulsión por parte de un ejército proveniente de Montevideo encabezado por Santiago de Liniers. Un segundo ataque, encabezado por John Whitelocke, logró ser resistido exitosamente. El conflicto tuvo consecuencias políticas: se creó un quiebre del derecho institucional vigente en el virreinato, al ser destituido el virrey Rafael de Sobremonte y electo el victorioso Liniers por aclamación popular, sin intervención directa del Rey de España. Además, durante el segundo conflicto, los soldados disponibles eran insuficientes y no se podía contar con el auxilio de la metrópoli, por lo que varios sectores de la población habitualmente postergados recibieron armamento y mando de tropas. Esto les permitió tener una mayor injerencia en los asuntos de la vida pública. Entre ellos se destacaba el Regimiento de Patricios, compuesto por criollos y comandado por Cornelio Saavedra.
La Independencia de los Estados Unidos, la Revolución francesa y las nuevas ideas de la ilustración, se combinaron con las tradiciones de lucha de criollos, indígenas y afroamericanos contra el Imperio español para impulsar las ideas de libertad, igualdad e independencia en Latinoamérica.
La Revolución de Mayo de 1810 destituyó y expulsó al Virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, y proclamó, tras un Cabildo Abierto, el primer gobierno formado mayoritariamente por criollos en las Provincias Unidas del Río de la Plata, denominado la Primera Junta.
Entre 1810 y 1820 se sucedieron dos juntas de gobierno, dos triunviratos y el Directorio, una forma unipersonal y centralista de gobierno. En este período, la principal preocupación de los gobiernos era consolidarse internamente y enfrentar la resistencia de los realistas (defensores del status quo y del mantenimiento de los lazos que unían estas regiones a España). En 1816 se declaró la independencia de las Provincias Unidas de América del Sur en el Congreso de Tucumán.
Desde antes de 1820, unitarios y federales se disputaron el gobierno y la economía del país a través de una serie de guerras civiles. Con la Batalla de Cepeda, de triunfo federal, comenzó un período de autonomías provinciales; la unión entre las provincias sólo se mantuvo gracias a los llamados . Las luchas internas entre las provincias — en general, las del Interior contra Buenos Aires — se mantuvieron por más de 60 años. Los caudillos provinciales dominaron el mapa político a mediados del Siglo XIX dirigiendo grandes ejércitos propios, y en muchos casos gobernando sus provincias.
Entre 1820 y 1824 gobernó Buenos Aires Martín Rodríguez, que realizó históricas reformas (como la primera ley electoral en 1821, aplicada solo a la Provincia de Buenos Aires). Lo sucedió Juan Gregorio de Las Heras, que reunió el Congreso, por el cual se pretendió unificar el país. En 1826, el Congreso nombró presidente a Bernardino Rivadavia, de tendencia centralista, que continuó con la política económica librecambista que venían llevando adelante los gobiernos porteños.
La Guerra del Brasil, que finalizó con la independencia uruguaya, y la Constitución unitaria de 1826, rechazada en el Interior del país, terminaron con la caída de Rivadavia. En su lugar asumió como gobernador de Buenos Aires Manuel Dorrego, partidario del federalismo, quien finalizó la guerra con los brasileños y reconoció la independencia del Uruguay. Los unitarios, sublevados por Juan Lavalle, fusilaron a Dorrego. Esto reanudó la guerra civil entre unitarios y federales.
En 1829 Juan Manuel de Rosas, federal y porteño, asumió el gobierno de la provincia de Buenos Aires, con "Facultades Extraordinarias", y conservando la delegación de las relaciones exteriores por parte de las demás provincias. Gobernó hasta 1832 con rasgos autoritarios y personalistas. En 1833, Gran Bretaña ocupó las Islas Malvinas y Rosas realizó una campaña en la Patagonia, donde luchó contra las tribus indígenas. Desde 1832 hasta 1835 gobernaron tres gobernadores débiles: Juan Ramón Balcarce, Juan José Viamonte, y Manuel Vicente Maza. Los tres renunciaron por presión de los "rosistas", y el último de ellos a causa del asesinato del caudillo Facundo Quiroga en Barranca Yaco, ideado por los hermanos cordobeses Reynafé.
En 1835, en medio de esta anarquía, Juan Manuel de Rosas fue elegido gobernador de Buenos Aires, con el agregado de tener la "Suma del Poder Público" — los 3 poderes del Estado resumidos en su persona. Un posterior plebiscito popular legitimó en forma amplia su designación. Inició una política económica proteccionista, aunque sin fomentar explícitamente nuevas industrias, y hubo una cierta regresión en la educación popular. Con sus atribuciones inició un régimen dictatorial que se caracterizó por la persecución de los opositores — unitarios, federales "cismáticos", ciertos extranjeros, y ciertos intelectuales — que en muchos casos fueron ejecutados o asesinados, u optaron por exiliarse en países limítrofes. Su política centralista generó sublevaciones en su contra en el Interior del país, y su autoritarismo genera la oposición de los romanticistas de la "Generación del 37", grupo de jóvenes intelectuales, entre ellos, Juan Bautista Alberdi, Esteban Echeverría, y Domingo Faustino Sarmiento, que desde el Salón Literario criticarían mucho al régimen.
Entre 1838 y 1840, Rosas resistió el Bloqueo Francés, establecido con la excusa de supuesta discriminación a ciudadanos franceses. Una vez levantado éste, venció a la poderosa Coalición de las provincias del Norte, y sitió Montevideo entre 1843 y 1851, ayudando al ex presidente uruguayo Manuel Oribe, derrocado en su país. Además, resiste de forma admirable el Bloqueo Anglo-Francés desde 1845 a 1848 y logró aplastar una última sublevación de la provincia de Corrientes.
En sus últimos años de gobierno, las renuncias de Rosas se repitieron simbólicamente; el caudillo entrerriano Justo José de Urquiza aceptó una de ellas con su denominado "Pronunciamiento" y decidió asumir él mismo las Relaciones Exteriores de su provincia. El caudillo porteño reaccionó con furiosas invectivas, pero su reacción militar fue insuficiente: se enfrentaron en la Batalla de Caseros el 3 de febrero de 1852. En esta batalla, la más grande de la historia sudamericana, el ejército de Urquiza, con tropas de Entre Ríos y Corrientes, exiliados del régimen, uruguayos y brasileños, derrotaron a los miles de soldados del ejército federal. Tras este hecho, Juan Manuel de Rosas inicia su exilio en Inglaterra.
Justo José de Urquiza lideró el país, aunque no pudo evitar la separación del "estado de Buenos Aires". En 1853, tras la separación de la Provincia de Buenos Aires, la Confederación sancionó la Constitución, con ideas federales, republicanas y liberales.
ARGENTINA MODERNA(1853-1880)
En 1853, Urquiza organizó el Congreso Constituyente de Santa Fe, que aprobó una Constitución de carácter republicano, representativo y federal, elaborada según un modelo de Juan Bautista Alberdi. Urquiza fue proclamado presidente de la Confederación.
La economía de la Confederación se vería afectada por la separación de Buenos Aires, por lo que intentó unirla por medios bélicos. Tras la Batalla de Cepeda (1859) y la Batalla de Pavón, de 1861, se logró la unión del país.
En 1862 Bartolomé Mitre, quien fuera Gobernador de Buenos Aires, asumió como primer Presidente constitucional de la Argentina unida. Inició una política codificación, sancionó importantes leyes y promovió la inmigración y la educación. Derrotó las resistencias provinciales, especialmente la del caudillo Peñaloza. Se alió con uruguayos y brasileños contra el Paraguay en La Guerra de la Triple Alianza, con la excusa de la dictadura de Francisco Solano López en ese país, aunque luego se supo de la existencia del Tratado de la Triple Alianza.8 9 En 1870 se logró su derrocamiento y la derrota del Paraguay, que quedó devastado por la guerra.
Sería sucedido por Domingo Faustino Sarmiento en 1868, que realizó el primer Censo Nacional de Población, promovió la educación popular, la cultura y los telégrafos. Derrotó a los últimos caudillos federales y se firmaron importantes tratados internacionales, además de finalizar la Guerra de la Triple Alianza.
Tras una pequeña crisis económica, Sarmiento fue sucedido por Nicolás Avellaneda (1874), quien se empeñó en controlar los territorios aún ocupados por los indígenas. Además, fomentó la inmigración y nuevas industrias, aunque durante su período debió enfrentar una seria recesión económica. En 1879 llevó a cabo la Campaña del Desierto que quitó millones de hectáreas de la Patagonia y el Chaco a los indígenas, reduciendo drásticamente su población. Esta campaña, liderada por el ministro Julio Argentino Roca, benefició enormemente a unos pocos estancieros.
En 1880 estalló una última revolución centralista, pero también en contra del generalizado fraude electoral, habitual en la segunda mitad del Siglo XIX en el país — en Buenos Aires, liderado por Carlos Tejedor y Bartolomé Mitre; su derrota, que dio fin al período de las guerras civiles argentinas, permitió sancionar la Ley de Capitalización, que federalizaba la Ciudad de Buenos Aires, transformándola en capital del País.
Poco después, Roca asumía la presidencia de la Nación. Se iniciaba un período de más de 3 décadas de gobiernos conservadores y liberales, sostenidos por políticas fraudulentas y muy especiales en la historia del País.
República Conservadora
Durante este período existió virtualmente un partido único, el Partido Autonomista Nacional (PAN) que monopolizó el poder sobre la base de elecciones fraudulentas, propiciado por el sistema del voto cantado, y la represión de obreros anarquistas y socialistas. Durante 25 años, la figura excluyente fue el General Julio A. Roca, apoyado en el poder militar y económico de los estancieros.
Los gobiernos conservadores, también conocidos como la Generación del 80, introdujeron técnicas modernas de agricultura y ganadería, construyeron una extensa red ferroviaria con eje en Buenos Aires, promovieron una gran ola de inmigración europea que llevó la población argentina del 3,5% al 11,1% en 1930.10
Las inversiones, principalmente provenientes del Reino Unido, fueron destinadas a áreas como el desarrollo ferroviario, los puertos y los frigoríficos, quedando las estancias y granjas (chacras) en manos de la aristocracia argentina. La mayor parte de la población y las actividades económicas modernas se concentraron en la región pampeana, impulsando el gigantismo de la ciudad de Buenos Aires.
Cabe destacar que estos modelos económicos también fueron generando una fuerte concentración de la riqueza en pocas manos; y la exclusión, hacinamiento o segregación de la clase trabajadora.
El PAN dominó con mano de hierro la política argentina hasta 1916, cuando la ley Sáenz Peña de sufragio secreto y universal (para varones) sancionada cuatro años antes, permitió el triunfo electoral de la Unión Cívica Radical, liderada por Hipólito Yrigoyen. Los radicales, que habían protagonizado diversos intentos revolucionarios en contra de lo que denominaban el régimen alentaban la expansión de la incipiente clase media argentina.
Centenario(1910)
El 25 de mayo de 1910 se cumplían 100 años desde la Revolución de Mayo, paso inicial de la independencia.
Buenos Aires fue el centro de los festejos, realizándose diversas ceremonias organizadas por el gobierno y particulares con participación del mundo de la cultura, militares, escolares y de colectividades extranjeras.
Se realizaron desfiles militares, manifestaciones cívicas, y una función de gala en el Teatro Colón. Se crearon monumentos y se reanudó la construcción del Congreso y de la Corte Suprema.
Se organizaron conferencias internacionales y una exposición de bellas artes. Muchos diarios publicaron artículos especiales, entre ellos, el más importante fue el editado por La Nación.
El día del 25 de mayo, a la madrugada, una marcha de estudiantes se dirigieron al Río de la Plata para ver el amanecer. A la mañana en la Plaza de Mayo se colocó la piedra fundamental del monumento a la Revolución de Mayo y en la Plaza de los dos Congresos hubo una reunión de escolares. A las tres de la tarde se realizó un desfile militar.
Sin embargo, de manera paralela a los festejos, los sindicatos expresaron su descontento ante la situación de desigualdad social y económica. La CORA y la FORA, dirigidas por las corrientes socialista, sindicalista revolucionaria y anarquista, realizaron protestas y amenazaron con realizar una huelga general. Pedían la derogación de la Ley de Residencia, que habilitaba al gobierno a expulsar extranjeros sin el debido proceso. El gobierno impuso el estado de sitio y la policía reprimió a los manifestantes. Los partidos obreros se fragmentaron y la huelga no se concretó.
Hipólito Hirigoyen,primer presidente democrático
En 1916 Hipólito Yrigoyen asumió la presidencia de la nación, gracias a la Ley Sáenz Peña, que establecía el sufragio secreto y universal para varones. Con la primera presidencia de Yrigoyen se inicia un período de la historia argentina conocido como "La etapa radical", que abarca de 1916 a 1930 (año del primer golpe de Estado de la Argentina). Se lo conocía como “El peludo” porque era muy introvertido. Intenta cambiar los planes de estudio pero no lo logra. Todo lo que propuso le fue vetado porque más de la mitad de las bancas del senado eran la oposición formada por los partidos conservadores. Por esta razón hizo numerosos decretos, y teniendo a muchos Gobernadores Provinciales de anteriores Presidencias, decidió intervenir casi todas las Provincias del país. Estos hechos junto con la represión y fusilamientos de obreros de la Patagonia, hecho denominado como Patagonia Rebelde dan cierta idea de gobierno autoritario, aunque el de Yrigoyen fue un gobierno con amplias libertades de prensa, de expresión, de acción, y políticas. Una de sus grandes medidas fue la Reforma Universitaria realizada en 1918 que llegó a otros países del mundo, democratizando las universidades del país. La primera guerra mundial afecta económicamente a Argentina, por las restricciones del mercado mundial. Sin embargo, se destaca la industria textil y la petrolera con la creación de YPF. Durante este período se privilegiaron otros sectores de la población, algo ignorados durante los Gobiernos Conservadores.
La asunción del nuevo gobierno se produjo el 12 de octubre de 1928. En 1929 se produce la Gran Depresión mundial. El radicalismo con Yrigoyen no supo responder a la crisis.
El Peronismo
El 4 de junio de 1943 se produjo un nuevo golpe de Estado encabezado por los generales Arturo Rawson y Pedro Pablo Ramírez y apoyado por varios sectores militares entre los que se destacaba una agrupación de militares del Ejército denominado GOU (Grupo de Oficiales Unidos), integrado por unos veinte oficiales mayoritariamente jóvenes de ideologías diversas que compartían un enfoque nacionalista. El golpe derrocó al presidente Ramón Castillo quien fue reemplazado por el general Arturo Rawson, quien inmediatamente (tres días después) fue reemplazado a su vez por el general Pedro Pablo Ramírez.
La Revolución del 43 contenía en su interior diversos sectores que lucharon entre sí para controlar la dirección del proceso. Uno de esos sectores estuvo liderado por el entonces coronel Juan Domingo Perón, quién ocupó inicialmente un cargo de menor significación como secretario del Ministerio de Guerra, en cabeza del General Edelmiro Farrell. A partir de la segunda mitad de 1943 comenzó una política de alianza con el movimiento sindical que le permitiría ir ocupando posiciones cada vez más influyentes en el gobierno militar. En ese camino resultó fundamental su designación a cargo del irrelevante Departamento de Trabajo, elevado luego al nivel de Secretaría de Estado.
A comienzos de 1944 el gobierno militar rompió relaciones diplómáticas con los países del Eje, decisión que llevó a un enfrentamiento entre sus sectores internos y a exigir la renuncia del presidente Ramírez, quien fue reemplazado por el General Edelmiro Farrell, pasando Perón a ocupar el Ministerio de Guerra que dejó aquel. Farrell se apoyó en Perón y su exitosa política laboral-sindical y sufrió el embate del sector nacionalista de derecha liderado por el Ministro del Interior, el general Luís César Perlinger. En la segunda mitad del año el dúo Farrell-Perón consolidó su posición, desplazando al sector de la derecha nacionalista católica-hispanista, y profundizó las reformas laborales generalizando la negociación colectiva, sancionando el Estatuto del Peón de Campo que laboralizó la situación de los trabajadores rurales, creando los tribunales de trabajo y estableciendo la jubilación para los empleados de comercio. También se tomaron importantes medidas industrialistas como la creación del Banco Industrial de Crédito.
En 1945, Argentina declaró la guerra a Alemania y Japón en tanto que la situación política y social se polarizó rápidamente bajo la forma de peronismo-antiperonismo. El nuevo embajador estadounidense Spruille Braden llegado en mayo de 1945, desempeñó un papel central en la organización de la oposición antiperonista acusando a Perón de nazifascista, por su reconocido apoyo a la neutralidad en la Segunda Guerra Mundial y su admiración por Mussolini, demostrando apoyo a la Unión Democrática.
La Revolución Libertadora
El 23 de septiembre de 1955 las Fuerzas Armadas al mando del general Eduardo Lonardi derrocaron a Perón y establecieron una dictadura llamada Revolución Libertadora. El gobierno militar impuso la proscripción del Partido Justicialista (peronista) y persecución de sus simpatizantes, que se mantendría por 18 años, y la intervención de los sindicatos, cuyos líderes son encarcelados y torturados. También, en un caso sin precedentes en la historia argentina moderna, en 1956 el gobierno militar fusiló, en algunos casos en forma pública y en otros clandestinamente, a 31 militares y civiles peronistas.
La Revolución Libertadora contó con una Junta Consultiva integrada por la mayor parte de los partidos políticos: Unión Cívica Radical, Partido Socialista, Partido Demócrata Nacional, Partido Demócrata Cristiano y Partido Demócrata Progresista.
El grupo golpista se dividió en dos sectores: un sector nacionalista-católico liderado por el General Eduardo Lonardi, que tomó el gobierno al comienzo, y un grupo liberal-conservador liderado por el General Pedro Eugenio Aramburu y el Almirante Isaac Rojas que finalmente mediante un golpe de estado interno desplaza al primero y reemplaza a Lonardi por Aramburu como presidente.
El gobierno militar asignó el Ministerio de Economía a un civil, sucediéndose Eugenio Folcini, Eugenio Alberto Blanco, Roberto Verrier y Adalberto Krieger Vasena, que llevaron adelante una política inspirada en los criterios de los sectores socialmente más acomodados y poderosos económicamente.
Una de las medidas institucionales más importantes de la dictadura militar fue dictar una proclama derogando ipso facto la Constitución Nacional vigente, conocida como Constitución de 1949, para reemplazarla por el texto de la Constitución de 1853. Esta medida sería luego avalada por una Convención Constituyente elegida con proscripciones, que sesionó bajo el régimen militar y le agregó el artículo 14 bis sobre protección del trabajo.
En 1958 la Revolución Libertadora convocó a elecciones limitadas y controladas por las Fuerzas Armadas, con proscripción total del Partido Justicialista que fueron ganadas por la UCRI, el sector de la Unión Cívica Radical liderado por Arturo Frondizi.
La Revolución Argentina
El 28 de junio de 1966 un levantamiento militar liderado por el General Juan Carlos Onganía derrocó al Presidente Arturo Illia (radical del pueblo). El golpe dio origen a una dictadura denominada Revolución Argentina, que ya no se presentó a sí misma como «gobierno provisional», como en todos los golpes anteriores, sino que se estableció como un sistema de tipo permanente. Este tipo de dictaduras militares de tipo permanente, se instalaron por entonces en varios países latinoamericanos en esos años (Brasil, Chile, Uruguay, Bolivia, Paraguay, etc.) y fue analizado detalladamente por el destacado politólogo Guillermo O'Donnell quien lo denominó con la expresión de Estado burocrático autoritario (EBA).
La Revolución Argentina dictó en 1966 un Estatuto que tenía nivel jurídico superior a la Constitución y en 1972 introdujo reformas constitucionales, algo que también la distinguió de las dictaduras anteriores. En general la dictadura adoptó una ideología fascista-católica-anticomunista, apoyada abiertamente tanto por Estados Unidos como por los países europeos.
La alta conflictividad política y social generada durante la «Revolución Argentina» y las luchas entre los diversos sectores militares produjeron dos golpes internos, sucediéndose en el poder tres dictadores militares: Juan Carlos Onganía (1966-1970), Marcelo Levingston (1970-1971) y Alejandro Agustín Lanusse (1971-1973).
Económicamente la dictadura entregó el Ministerio de Economía a los sectores civiles más conservadores-liberales, cuyo máximo exponente fue Adalberto Krieger Vasena, quien ya había sido ministro de la «Revolución Libertadora». Hay que señalar sin embargo, que durante la dictadura de Levingston, predominó un sector nacionalista-desarrollista de las Fuerzas Armadas, que nombró Ministro de Economía al radical Aldo Ferrer.
Acosada por una insurrección popular creciente y generalizada, la dictadura organizó una salida electoral con participación del peronismo (aunque impidiendo la candidatura de Perón), en 1973, en la que triunfó precisamente el candidato peronista Héctor J. Cámpora, con el 50% de los votos, quien a su vez renunció para permitir nuevas elecciones libres, en las que ganó Juan Perón con el 62% de los votos. Perón moriría menos de un año después de haber sido electo, y el gobierno peronista, en manos ahora de la Vicepresidenta María Estela Martínez de Perón, sería también derrocado por un golpe militar en 1976.
Golpe Militar
El 24 de marzo de 1976 una nueva sublevación militar derrocó a la Presidenta María Estela Martínez de Perón instalando una dictadura de tipo permanente (Estado burocrático autoritario) auto-denominada «Proceso de Reorganización Nacional», gobernada por una Junta Militar integrada por tres militares, uno por cada fuerza. A su vez la Junta Militar elegía a un funcionario con el título de «presidente», con funciones ejecutivas y legislativas.
Al igual que la dictadura anterior, la Junta Militar sancionó en 1976 un Estatuto con jerarquía jurídica superior a la Constitución.
El Proceso fue gobernado por cuatro juntas militares sucesivas:
1976-1980: Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón Agosti
1980-1981: Roberto Eduardo Viola, Armando Lambruschini, Omar Domingo Rubens Graffigna
1981-1982: Leopoldo Fortunato Galtieri, Basilio Lami Dozo y Jorge Isaac Anaya
1982-1983: Cristino Nicolaides, Rubén Franco, Augusto Jorge Hughes
En cada una de estas etapas, las juntas designaron como «presidentes» de facto a Jorge Rafael Videla, Roberto Eduardo Viola, Leopoldo Fortunato Galtieri y Reynaldo Benito Bignone respectivamente, todos ellos integrantes del Ejército.
El Proceso de Reorganización Nacional llevó adelante una guerra sucia en la línea del terrorismo de Estado que violó masivamente los derechos humanos y causó la desaparición de decenas de miles de ciudadanos. Internacionalmente, la dictadura argentina y la violación de derechos humanos contó con el apoyo activo del gobierno de Estados Unidos (salvo durante la administración de James Carter) y la tolerancia de los países europeos, la Unión Soviética y la Iglesia Católica, sin cuya inacción difícilmente hubiera podido sostenerse. Asimismo, en ese momento se instalaron con apoyo estadounidense dictaduras militares en todos los países del Cono Sur de Sudamérica (Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay) que coordinaron entre sí y con Estados Unidos la represión, por medio de una organización terrorista internacional denominada Plan Cóndor.
Rafael Videla
Guerra de Malvinas
En 1982 Argentina libró una guerra por la soberanía de las Islas Malvinas. La derrota de las tropas argentinas y la muerte en combate de alrededor de 600 soldados, propinó el golpe definitivo al régimen militar. or eso, en un diccionario español de 1919 se puede leer "que Argentina es un país de alto crecimiento, destinado a rivalizar con los mas adelantados del mundo especialmente con EE UU, el gran país del norte". En 1918 en la bolsa de Nueva York (NYSE) se cotizaban nuestros bonos soberanos "Argentine Government 6% Gold Tresury Bonds" con calificación de Moody´s "A", igual que los "Switzerland 5% Gold Notes" también con calificación "A", ambos "grado de inversión". (Actualmente tenemos una calificación "B-"entre las peores de "grado especulativo").
En 1806 y 1807, en el marco de las Guerras Napoleónicas que tenían lugar en Europa, tuvieron lugar las Invasiones Inglesas. Sir Home Riggs Popham y William Carr Beresford encabezaron la primera, que tomó el control de la ciudad de Buenos Aires durante 45 días hasta su expulsión por parte de un ejército proveniente de Montevideo encabezado por Santiago de Liniers. Un segundo ataque, encabezado por John Whitelocke, logró ser resistido exitosamente. El conflicto tuvo consecuencias políticas: se creó un quiebre del derecho institucional vigente en el virreinato, al ser destituido el virrey Rafael de Sobremonte y electo el victorioso Liniers por aclamación popular, sin intervención directa del Rey de España. Además, durante el segundo conflicto, los soldados disponibles eran insuficientes y no se podía contar con el auxilio de la metrópoli, por lo que varios sectores de la población habitualmente postergados recibieron armamento y mando de tropas. Esto les permitió tener una mayor injerencia en los asuntos de la vida pública. Entre ellos se destacaba el Regimiento de Patricios, compuesto por criollos y comandado por Cornelio Saavedra.
La Independencia de los Estados Unidos, la Revolución francesa y las nuevas ideas de la ilustración, se combinaron con las tradiciones de lucha de criollos, indígenas y afroamericanos contra el Imperio español para impulsar las ideas de libertad, igualdad e independencia en Latinoamérica.
La Revolución de Mayo de 1810 destituyó y expulsó al Virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, y proclamó, tras un Cabildo Abierto, el primer gobierno formado mayoritariamente por criollos en las Provincias Unidas del Río de la Plata, denominado la Primera Junta.
Entre 1810 y 1820 se sucedieron dos juntas de gobierno, dos triunviratos y el Directorio, una forma unipersonal y centralista de gobierno. En este período, la principal preocupación de los gobiernos era consolidarse internamente y enfrentar la resistencia de los realistas (defensores del status quo y del mantenimiento de los lazos que unían estas regiones a España). En 1816 se declaró la independencia de las Provincias Unidas de América del Sur en el Congreso de Tucumán.
Desde antes de 1820, unitarios y federales se disputaron el gobierno y la economía del país a través de una serie de guerras civiles. Con la Batalla de Cepeda, de triunfo federal, comenzó un período de autonomías provinciales; la unión entre las provincias sólo se mantuvo gracias a los llamados . Las luchas internas entre las provincias — en general, las del Interior contra Buenos Aires — se mantuvieron por más de 60 años. Los caudillos provinciales dominaron el mapa político a mediados del Siglo XIX dirigiendo grandes ejércitos propios, y en muchos casos gobernando sus provincias.
Entre 1820 y 1824 gobernó Buenos Aires Martín Rodríguez, que realizó históricas reformas (como la primera ley electoral en 1821, aplicada solo a la Provincia de Buenos Aires). Lo sucedió Juan Gregorio de Las Heras, que reunió el Congreso, por el cual se pretendió unificar el país. En 1826, el Congreso nombró presidente a Bernardino Rivadavia, de tendencia centralista, que continuó con la política económica librecambista que venían llevando adelante los gobiernos porteños.
La Guerra del Brasil, que finalizó con la independencia uruguaya, y la Constitución unitaria de 1826, rechazada en el Interior del país, terminaron con la caída de Rivadavia. En su lugar asumió como gobernador de Buenos Aires Manuel Dorrego, partidario del federalismo, quien finalizó la guerra con los brasileños y reconoció la independencia del Uruguay. Los unitarios, sublevados por Juan Lavalle, fusilaron a Dorrego. Esto reanudó la guerra civil entre unitarios y federales.
En 1829 Juan Manuel de Rosas, federal y porteño, asumió el gobierno de la provincia de Buenos Aires, con "Facultades Extraordinarias", y conservando la delegación de las relaciones exteriores por parte de las demás provincias. Gobernó hasta 1832 con rasgos autoritarios y personalistas. En 1833, Gran Bretaña ocupó las Islas Malvinas y Rosas realizó una campaña en la Patagonia, donde luchó contra las tribus indígenas. Desde 1832 hasta 1835 gobernaron tres gobernadores débiles: Juan Ramón Balcarce, Juan José Viamonte, y Manuel Vicente Maza. Los tres renunciaron por presión de los "rosistas", y el último de ellos a causa del asesinato del caudillo Facundo Quiroga en Barranca Yaco, ideado por los hermanos cordobeses Reynafé.
En 1835, en medio de esta anarquía, Juan Manuel de Rosas fue elegido gobernador de Buenos Aires, con el agregado de tener la "Suma del Poder Público" — los 3 poderes del Estado resumidos en su persona. Un posterior plebiscito popular legitimó en forma amplia su designación. Inició una política económica proteccionista, aunque sin fomentar explícitamente nuevas industrias, y hubo una cierta regresión en la educación popular. Con sus atribuciones inició un régimen dictatorial que se caracterizó por la persecución de los opositores — unitarios, federales "cismáticos", ciertos extranjeros, y ciertos intelectuales — que en muchos casos fueron ejecutados o asesinados, u optaron por exiliarse en países limítrofes. Su política centralista generó sublevaciones en su contra en el Interior del país, y su autoritarismo genera la oposición de los romanticistas de la "Generación del 37", grupo de jóvenes intelectuales, entre ellos, Juan Bautista Alberdi, Esteban Echeverría, y Domingo Faustino Sarmiento, que desde el Salón Literario criticarían mucho al régimen.
Entre 1838 y 1840, Rosas resistió el Bloqueo Francés, establecido con la excusa de supuesta discriminación a ciudadanos franceses. Una vez levantado éste, venció a la poderosa Coalición de las provincias del Norte, y sitió Montevideo entre 1843 y 1851, ayudando al ex presidente uruguayo Manuel Oribe, derrocado en su país. Además, resiste de forma admirable el Bloqueo Anglo-Francés desde 1845 a 1848 y logró aplastar una última sublevación de la provincia de Corrientes.
En sus últimos años de gobierno, las renuncias de Rosas se repitieron simbólicamente; el caudillo entrerriano Justo José de Urquiza aceptó una de ellas con su denominado "Pronunciamiento" y decidió asumir él mismo las Relaciones Exteriores de su provincia. El caudillo porteño reaccionó con furiosas invectivas, pero su reacción militar fue insuficiente: se enfrentaron en la Batalla de Caseros el 3 de febrero de 1852. En esta batalla, la más grande de la historia sudamericana, el ejército de Urquiza, con tropas de Entre Ríos y Corrientes, exiliados del régimen, uruguayos y brasileños, derrotaron a los miles de soldados del ejército federal. Tras este hecho, Juan Manuel de Rosas inicia su exilio en Inglaterra.
Justo José de Urquiza lideró el país, aunque no pudo evitar la separación del "estado de Buenos Aires". En 1853, tras la separación de la Provincia de Buenos Aires, la Confederación sancionó la Constitución, con ideas federales, republicanas y liberales.
ARGENTINA MODERNA(1853-1880)
En 1853, Urquiza organizó el Congreso Constituyente de Santa Fe, que aprobó una Constitución de carácter republicano, representativo y federal, elaborada según un modelo de Juan Bautista Alberdi. Urquiza fue proclamado presidente de la Confederación.
La economía de la Confederación se vería afectada por la separación de Buenos Aires, por lo que intentó unirla por medios bélicos. Tras la Batalla de Cepeda (1859) y la Batalla de Pavón, de 1861, se logró la unión del país.
En 1862 Bartolomé Mitre, quien fuera Gobernador de Buenos Aires, asumió como primer Presidente constitucional de la Argentina unida. Inició una política codificación, sancionó importantes leyes y promovió la inmigración y la educación. Derrotó las resistencias provinciales, especialmente la del caudillo Peñaloza. Se alió con uruguayos y brasileños contra el Paraguay en La Guerra de la Triple Alianza, con la excusa de la dictadura de Francisco Solano López en ese país, aunque luego se supo de la existencia del Tratado de la Triple Alianza.8 9 En 1870 se logró su derrocamiento y la derrota del Paraguay, que quedó devastado por la guerra.
Sería sucedido por Domingo Faustino Sarmiento en 1868, que realizó el primer Censo Nacional de Población, promovió la educación popular, la cultura y los telégrafos. Derrotó a los últimos caudillos federales y se firmaron importantes tratados internacionales, además de finalizar la Guerra de la Triple Alianza.
Tras una pequeña crisis económica, Sarmiento fue sucedido por Nicolás Avellaneda (1874), quien se empeñó en controlar los territorios aún ocupados por los indígenas. Además, fomentó la inmigración y nuevas industrias, aunque durante su período debió enfrentar una seria recesión económica. En 1879 llevó a cabo la Campaña del Desierto que quitó millones de hectáreas de la Patagonia y el Chaco a los indígenas, reduciendo drásticamente su población. Esta campaña, liderada por el ministro Julio Argentino Roca, benefició enormemente a unos pocos estancieros.
En 1880 estalló una última revolución centralista, pero también en contra del generalizado fraude electoral, habitual en la segunda mitad del Siglo XIX en el país — en Buenos Aires, liderado por Carlos Tejedor y Bartolomé Mitre; su derrota, que dio fin al período de las guerras civiles argentinas, permitió sancionar la Ley de Capitalización, que federalizaba la Ciudad de Buenos Aires, transformándola en capital del País.
Poco después, Roca asumía la presidencia de la Nación. Se iniciaba un período de más de 3 décadas de gobiernos conservadores y liberales, sostenidos por políticas fraudulentas y muy especiales en la historia del País.
República Conservadora
Durante este período existió virtualmente un partido único, el Partido Autonomista Nacional (PAN) que monopolizó el poder sobre la base de elecciones fraudulentas, propiciado por el sistema del voto cantado, y la represión de obreros anarquistas y socialistas. Durante 25 años, la figura excluyente fue el General Julio A. Roca, apoyado en el poder militar y económico de los estancieros.
Los gobiernos conservadores, también conocidos como la Generación del 80, introdujeron técnicas modernas de agricultura y ganadería, construyeron una extensa red ferroviaria con eje en Buenos Aires, promovieron una gran ola de inmigración europea que llevó la población argentina del 3,5% al 11,1% en 1930.10
Las inversiones, principalmente provenientes del Reino Unido, fueron destinadas a áreas como el desarrollo ferroviario, los puertos y los frigoríficos, quedando las estancias y granjas (chacras) en manos de la aristocracia argentina. La mayor parte de la población y las actividades económicas modernas se concentraron en la región pampeana, impulsando el gigantismo de la ciudad de Buenos Aires.
Cabe destacar que estos modelos económicos también fueron generando una fuerte concentración de la riqueza en pocas manos; y la exclusión, hacinamiento o segregación de la clase trabajadora.
El PAN dominó con mano de hierro la política argentina hasta 1916, cuando la ley Sáenz Peña de sufragio secreto y universal (para varones) sancionada cuatro años antes, permitió el triunfo electoral de la Unión Cívica Radical, liderada por Hipólito Yrigoyen. Los radicales, que habían protagonizado diversos intentos revolucionarios en contra de lo que denominaban el régimen alentaban la expansión de la incipiente clase media argentina.
Centenario(1910)
El 25 de mayo de 1910 se cumplían 100 años desde la Revolución de Mayo, paso inicial de la independencia.
Buenos Aires fue el centro de los festejos, realizándose diversas ceremonias organizadas por el gobierno y particulares con participación del mundo de la cultura, militares, escolares y de colectividades extranjeras.
Se realizaron desfiles militares, manifestaciones cívicas, y una función de gala en el Teatro Colón. Se crearon monumentos y se reanudó la construcción del Congreso y de la Corte Suprema.
Se organizaron conferencias internacionales y una exposición de bellas artes. Muchos diarios publicaron artículos especiales, entre ellos, el más importante fue el editado por La Nación.
El día del 25 de mayo, a la madrugada, una marcha de estudiantes se dirigieron al Río de la Plata para ver el amanecer. A la mañana en la Plaza de Mayo se colocó la piedra fundamental del monumento a la Revolución de Mayo y en la Plaza de los dos Congresos hubo una reunión de escolares. A las tres de la tarde se realizó un desfile militar.
Sin embargo, de manera paralela a los festejos, los sindicatos expresaron su descontento ante la situación de desigualdad social y económica. La CORA y la FORA, dirigidas por las corrientes socialista, sindicalista revolucionaria y anarquista, realizaron protestas y amenazaron con realizar una huelga general. Pedían la derogación de la Ley de Residencia, que habilitaba al gobierno a expulsar extranjeros sin el debido proceso. El gobierno impuso el estado de sitio y la policía reprimió a los manifestantes. Los partidos obreros se fragmentaron y la huelga no se concretó.
Hipólito Hirigoyen,primer presidente democrático
En 1916 Hipólito Yrigoyen asumió la presidencia de la nación, gracias a la Ley Sáenz Peña, que establecía el sufragio secreto y universal para varones. Con la primera presidencia de Yrigoyen se inicia un período de la historia argentina conocido como "La etapa radical", que abarca de 1916 a 1930 (año del primer golpe de Estado de la Argentina). Se lo conocía como “El peludo” porque era muy introvertido. Intenta cambiar los planes de estudio pero no lo logra. Todo lo que propuso le fue vetado porque más de la mitad de las bancas del senado eran la oposición formada por los partidos conservadores. Por esta razón hizo numerosos decretos, y teniendo a muchos Gobernadores Provinciales de anteriores Presidencias, decidió intervenir casi todas las Provincias del país. Estos hechos junto con la represión y fusilamientos de obreros de la Patagonia, hecho denominado como Patagonia Rebelde dan cierta idea de gobierno autoritario, aunque el de Yrigoyen fue un gobierno con amplias libertades de prensa, de expresión, de acción, y políticas. Una de sus grandes medidas fue la Reforma Universitaria realizada en 1918 que llegó a otros países del mundo, democratizando las universidades del país. La primera guerra mundial afecta económicamente a Argentina, por las restricciones del mercado mundial. Sin embargo, se destaca la industria textil y la petrolera con la creación de YPF. Durante este período se privilegiaron otros sectores de la población, algo ignorados durante los Gobiernos Conservadores.
La asunción del nuevo gobierno se produjo el 12 de octubre de 1928. En 1929 se produce la Gran Depresión mundial. El radicalismo con Yrigoyen no supo responder a la crisis.
El Peronismo
El 4 de junio de 1943 se produjo un nuevo golpe de Estado encabezado por los generales Arturo Rawson y Pedro Pablo Ramírez y apoyado por varios sectores militares entre los que se destacaba una agrupación de militares del Ejército denominado GOU (Grupo de Oficiales Unidos), integrado por unos veinte oficiales mayoritariamente jóvenes de ideologías diversas que compartían un enfoque nacionalista. El golpe derrocó al presidente Ramón Castillo quien fue reemplazado por el general Arturo Rawson, quien inmediatamente (tres días después) fue reemplazado a su vez por el general Pedro Pablo Ramírez.
La Revolución del 43 contenía en su interior diversos sectores que lucharon entre sí para controlar la dirección del proceso. Uno de esos sectores estuvo liderado por el entonces coronel Juan Domingo Perón, quién ocupó inicialmente un cargo de menor significación como secretario del Ministerio de Guerra, en cabeza del General Edelmiro Farrell. A partir de la segunda mitad de 1943 comenzó una política de alianza con el movimiento sindical que le permitiría ir ocupando posiciones cada vez más influyentes en el gobierno militar. En ese camino resultó fundamental su designación a cargo del irrelevante Departamento de Trabajo, elevado luego al nivel de Secretaría de Estado.
A comienzos de 1944 el gobierno militar rompió relaciones diplómáticas con los países del Eje, decisión que llevó a un enfrentamiento entre sus sectores internos y a exigir la renuncia del presidente Ramírez, quien fue reemplazado por el General Edelmiro Farrell, pasando Perón a ocupar el Ministerio de Guerra que dejó aquel. Farrell se apoyó en Perón y su exitosa política laboral-sindical y sufrió el embate del sector nacionalista de derecha liderado por el Ministro del Interior, el general Luís César Perlinger. En la segunda mitad del año el dúo Farrell-Perón consolidó su posición, desplazando al sector de la derecha nacionalista católica-hispanista, y profundizó las reformas laborales generalizando la negociación colectiva, sancionando el Estatuto del Peón de Campo que laboralizó la situación de los trabajadores rurales, creando los tribunales de trabajo y estableciendo la jubilación para los empleados de comercio. También se tomaron importantes medidas industrialistas como la creación del Banco Industrial de Crédito.
En 1945, Argentina declaró la guerra a Alemania y Japón en tanto que la situación política y social se polarizó rápidamente bajo la forma de peronismo-antiperonismo. El nuevo embajador estadounidense Spruille Braden llegado en mayo de 1945, desempeñó un papel central en la organización de la oposición antiperonista acusando a Perón de nazifascista, por su reconocido apoyo a la neutralidad en la Segunda Guerra Mundial y su admiración por Mussolini, demostrando apoyo a la Unión Democrática.
La Revolución Libertadora
El 23 de septiembre de 1955 las Fuerzas Armadas al mando del general Eduardo Lonardi derrocaron a Perón y establecieron una dictadura llamada Revolución Libertadora. El gobierno militar impuso la proscripción del Partido Justicialista (peronista) y persecución de sus simpatizantes, que se mantendría por 18 años, y la intervención de los sindicatos, cuyos líderes son encarcelados y torturados. También, en un caso sin precedentes en la historia argentina moderna, en 1956 el gobierno militar fusiló, en algunos casos en forma pública y en otros clandestinamente, a 31 militares y civiles peronistas.
La Revolución Libertadora contó con una Junta Consultiva integrada por la mayor parte de los partidos políticos: Unión Cívica Radical, Partido Socialista, Partido Demócrata Nacional, Partido Demócrata Cristiano y Partido Demócrata Progresista.
El grupo golpista se dividió en dos sectores: un sector nacionalista-católico liderado por el General Eduardo Lonardi, que tomó el gobierno al comienzo, y un grupo liberal-conservador liderado por el General Pedro Eugenio Aramburu y el Almirante Isaac Rojas que finalmente mediante un golpe de estado interno desplaza al primero y reemplaza a Lonardi por Aramburu como presidente.
El gobierno militar asignó el Ministerio de Economía a un civil, sucediéndose Eugenio Folcini, Eugenio Alberto Blanco, Roberto Verrier y Adalberto Krieger Vasena, que llevaron adelante una política inspirada en los criterios de los sectores socialmente más acomodados y poderosos económicamente.
Una de las medidas institucionales más importantes de la dictadura militar fue dictar una proclama derogando ipso facto la Constitución Nacional vigente, conocida como Constitución de 1949, para reemplazarla por el texto de la Constitución de 1853. Esta medida sería luego avalada por una Convención Constituyente elegida con proscripciones, que sesionó bajo el régimen militar y le agregó el artículo 14 bis sobre protección del trabajo.
En 1958 la Revolución Libertadora convocó a elecciones limitadas y controladas por las Fuerzas Armadas, con proscripción total del Partido Justicialista que fueron ganadas por la UCRI, el sector de la Unión Cívica Radical liderado por Arturo Frondizi.
La Revolución Argentina
El 28 de junio de 1966 un levantamiento militar liderado por el General Juan Carlos Onganía derrocó al Presidente Arturo Illia (radical del pueblo). El golpe dio origen a una dictadura denominada Revolución Argentina, que ya no se presentó a sí misma como «gobierno provisional», como en todos los golpes anteriores, sino que se estableció como un sistema de tipo permanente. Este tipo de dictaduras militares de tipo permanente, se instalaron por entonces en varios países latinoamericanos en esos años (Brasil, Chile, Uruguay, Bolivia, Paraguay, etc.) y fue analizado detalladamente por el destacado politólogo Guillermo O'Donnell quien lo denominó con la expresión de Estado burocrático autoritario (EBA).
La Revolución Argentina dictó en 1966 un Estatuto que tenía nivel jurídico superior a la Constitución y en 1972 introdujo reformas constitucionales, algo que también la distinguió de las dictaduras anteriores. En general la dictadura adoptó una ideología fascista-católica-anticomunista, apoyada abiertamente tanto por Estados Unidos como por los países europeos.
La alta conflictividad política y social generada durante la «Revolución Argentina» y las luchas entre los diversos sectores militares produjeron dos golpes internos, sucediéndose en el poder tres dictadores militares: Juan Carlos Onganía (1966-1970), Marcelo Levingston (1970-1971) y Alejandro Agustín Lanusse (1971-1973).
Económicamente la dictadura entregó el Ministerio de Economía a los sectores civiles más conservadores-liberales, cuyo máximo exponente fue Adalberto Krieger Vasena, quien ya había sido ministro de la «Revolución Libertadora». Hay que señalar sin embargo, que durante la dictadura de Levingston, predominó un sector nacionalista-desarrollista de las Fuerzas Armadas, que nombró Ministro de Economía al radical Aldo Ferrer.
Acosada por una insurrección popular creciente y generalizada, la dictadura organizó una salida electoral con participación del peronismo (aunque impidiendo la candidatura de Perón), en 1973, en la que triunfó precisamente el candidato peronista Héctor J. Cámpora, con el 50% de los votos, quien a su vez renunció para permitir nuevas elecciones libres, en las que ganó Juan Perón con el 62% de los votos. Perón moriría menos de un año después de haber sido electo, y el gobierno peronista, en manos ahora de la Vicepresidenta María Estela Martínez de Perón, sería también derrocado por un golpe militar en 1976.
Golpe Militar
El 24 de marzo de 1976 una nueva sublevación militar derrocó a la Presidenta María Estela Martínez de Perón instalando una dictadura de tipo permanente (Estado burocrático autoritario) auto-denominada «Proceso de Reorganización Nacional», gobernada por una Junta Militar integrada por tres militares, uno por cada fuerza. A su vez la Junta Militar elegía a un funcionario con el título de «presidente», con funciones ejecutivas y legislativas.
Al igual que la dictadura anterior, la Junta Militar sancionó en 1976 un Estatuto con jerarquía jurídica superior a la Constitución.
El Proceso fue gobernado por cuatro juntas militares sucesivas:
1976-1980: Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón Agosti
1980-1981: Roberto Eduardo Viola, Armando Lambruschini, Omar Domingo Rubens Graffigna
1981-1982: Leopoldo Fortunato Galtieri, Basilio Lami Dozo y Jorge Isaac Anaya
1982-1983: Cristino Nicolaides, Rubén Franco, Augusto Jorge Hughes
En cada una de estas etapas, las juntas designaron como «presidentes» de facto a Jorge Rafael Videla, Roberto Eduardo Viola, Leopoldo Fortunato Galtieri y Reynaldo Benito Bignone respectivamente, todos ellos integrantes del Ejército.
El Proceso de Reorganización Nacional llevó adelante una guerra sucia en la línea del terrorismo de Estado que violó masivamente los derechos humanos y causó la desaparición de decenas de miles de ciudadanos. Internacionalmente, la dictadura argentina y la violación de derechos humanos contó con el apoyo activo del gobierno de Estados Unidos (salvo durante la administración de James Carter) y la tolerancia de los países europeos, la Unión Soviética y la Iglesia Católica, sin cuya inacción difícilmente hubiera podido sostenerse. Asimismo, en ese momento se instalaron con apoyo estadounidense dictaduras militares en todos los países del Cono Sur de Sudamérica (Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay) que coordinaron entre sí y con Estados Unidos la represión, por medio de una organización terrorista internacional denominada Plan Cóndor.
Rafael Videla
Guerra de Malvinas
En 1982 Argentina libró una guerra por la soberanía de las Islas Malvinas. La derrota de las tropas argentinas y la muerte en combate de alrededor de 600 soldados, propinó el golpe definitivo al régimen militar. or eso, en un diccionario español de 1919 se puede leer "que Argentina es un país de alto crecimiento, destinado a rivalizar con los mas adelantados del mundo especialmente con EE UU, el gran país del norte". En 1918 en la bolsa de Nueva York (NYSE) se cotizaban nuestros bonos soberanos "Argentine Government 6% Gold Tresury Bonds" con calificación de Moody´s "A", igual que los "Switzerland 5% Gold Notes" también con calificación "A", ambos "grado de inversión". (Actualmente tenemos una calificación "B-"entre las peores de "grado especulativo").
Regreso a la democracia
La democracia fue restablecida el 10 de diciembre de 1983. El nuevo presidente, Raúl Alfonsín de la Unión Cívica Radical. En 1984 cuando el gobierno argentino, tras una consulta popular, aceptó la propuesta de la Santa Sede que reconoce la frontera trazada por el Laudo Arbitral en el Canal Beagle, otorgó las islas en la mitad norte del canal a la Argentina y las islas en la mitad sur y al sur del canal a Chile y derechos de navegación a ambos países en casi toda la zona. Asimismo concedió a Argentina la mayor parte del territorio marino en disputa.Tomó medidas para investigar los crímenes de lesa humanidad ocurridos durante la dictadura anterior, estableció el control civil de las Fuerzas Armadas y consolidó las instituciones democráticas. En el juicio a las Juntas los miembros de las tres primeras juntas militares fueron procesados y algunos fueron condenados.47 Después de las elecciones presidenciales de 1989 y afectada la gobernabilidad del país por un proceso hiperinflacionario, Alfonsín se vio obligado a renunciar para hacer la entrega anticipada del mando con seis meses de anticipación.48
Su sucesor, el presidente Carlos Menem del Partido Justicialista, sancionó la Ley de Convertibilidad del Austral en 1991 que detuvo la inflación estableciendo una Ley de convertibilidad y adoptó una política económica neoliberal, apoyada en una ola de privatizaciones, reducción de aranceles a los productos importados y desregulación de los mercados. Estas medidas contribuyeron a aumentar significativamente la inversión, las exportaciones y el crecimiento con precios estables.49 Pero, por otra parte, también abrieron un proceso de desindustrialización ante la imposibilidad de competencia de la debilitada industria argentina, hicieron a la economía más vulnerable a las crisis internacionales, y aumentaron el desempleo, la pobreza y la precariedad laboral.50
La disputa limítrofe entre Chile y la Argentina por la zona del Lago del Desierto en Santa Cruz, fue resuelta el 21 de octubre de 1994 por el fallo de un tribunal arbitral que sentenció en favor de la argumentación argentina en una zona de 481 kilómetros cuadrados que se hallaba en disputa, convalidada el 13 de octubre de 1995 cuando el mismo tribunal rechazó el pedido de reconsideración por parte de Chile. La crisis financiera asiática de 1997 y la brasileña de 1998 precipitaron la salida de capitales, abriendo camino a la mayor recesión de la historia argentina que duraría cuatro años.51
Cacerolazo de protesta contra el corralito (2002).
Crisis Socio-económica y de gobernabilidad de fines de 2001
Artículos Principales:Fernando de la Rúa y Crisis de diciembre de 2001 en ArgentinaTras dos semanas en que se sucedieron varios presidentes, la crisis culminó el 2 de enero de 2002 con la elección por parte de la Asamblea Legislativa de Eduardo Duhalde, del Partido Justicialista, como presidente provisional.54 La deuda externa argentina entró en suspensión de pagos durante el breve gobierno de Adolfo Rodríguez Saá,55 y el gobierno de Duhalde devaluó el peso dando fin a la Ley de convertibilidad.56
Por medio de una fuerte devaluación de la moneda local, el país comenzó a poner en práctica una nueva política de industrialización por sustitución de importaciones, aumento de exportaciones y superávit fiscal. Hacia finales de 2002, la economía empezó a estabilizarse.57 En 2003 fue elegido presidente Néstor Kirchner por el Frente para la Victoria (un partido escindido del Partido Justicialista). Durante su presidencia se nacionalizaron algunas empresas privatizadas y se registró un aumento considerable del PIB, además de una disminución del desempleo, basada en parte en la creación de puestos de trabajo genuinos arrastrados por la reactivación del sector agropecuario, el complejo agroindustrial y los sectores industrial y de la construcción, y reduciendo progresivamente los subsidios y planes sociales creados en 2002; al tiempo, regresaba la inflación.58
El 28 de octubre de 2007 ganó las elecciones presidenciales Cristina Fernández del Frente para la Victoria, primera mujer elegida por el voto popular en la historia del país y esposa de Néstor Kirchner, a quien sucedió en el cargo el 10 de diciembre de 2007. Durante su gobierno tuvo lugar un extenso paro agropecuario como protesta de los productores rurales por las retenciones aplicadas a la exportación de soja y girasol.59 Dicho paro llevó a cortes de ruta y situaciones de desabastecimiento, cacerolazos en todo el país y enfrentó al gobierno con los productores rurales. Enfrentó la Crisis económica de 2008 con una serie de medidas, impulsando la industria automotriz y dando créditos a trabajadores y empresas.60 61 62 63
Gobierno y política
Artículo principal: Política de la Nación Argentina
La Constitución de 1853 estableció un sistema de gobierno representativo, republicano y federal, que ha sido mantenido por todas las reformas constitucionales realizadas desde entonces. La Argentina se formó por la unión federativa de las provincias que surgieron después de la disolución del Virreinato del Río de la Plata y por la incorporación de las que se fueron constituyendo a partir de los Territorios Nacionales.Las provincias son autónomas, lo cual está explicitado en el artículo 121 de la Constitución Nacional: "Las provincias conservan todo el poder no delegado por esta Constitución al Gobierno federal, y el que expresamente se hayan reservado por pactos especiales al tiempo de su incorporación."64
La Constitución vigente en la actualidad es la que resulta del texto establecido por la Convención Constituyente de 1994. Las autoridades del gobierno federal tienen su sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que es actualmente la Capital de la República o Capital de Nación, denominaciones utilizadas en la Constitución Nacional y en las leyes, pero llamada de manera no formal Capital Federal.
Poderes nacionales
Poder ejecutivo
Artículo principal: Presidente de la Nación Argentina
Casa Rosada, sede del poder ejecutivo.
El poder ejecutivo es desempeñado por un ciudadano con el título de Presidente de la Nación Argentina, el cual es elegido por sufragio directo en doble vuelta junto con el candidato a vicepresidente. La segunda vuelta electoral se realiza entre las dos opciones más votadas si en la primera ninguna hubiera obtenido más del 45% de los votos válidos o, si habiendo obtenido la opción más votada entre el 40% y el 45%, existiera una diferencia con la segunda opción menor al 10%.65 El presidente y el vicepresidente duran cuatro años en sus mandatos y pueden ser reelegidos inmediatamente por un mandato más.66El gabinete de ministros del Presidente de la Nación es dirigido por el Jefe de Gabinete de ministros, quien se encuentra a cargo de la administración del país y es responsable ante el Congreso.67
Poder legislativo
Artículo principal: Congreso de la Nación Argentina
Vista del Congreso de la Nación Argentina.
El poder legislativo es ejercido por el Congreso de la Nación Argentina, integrado por dos cámaras.La Cámara de Diputados reúne a los representantes directos de la población. Son elegidos por el sistema de representación proporcional (sistema D'Hondt), duran cuatro años en su mandato y se renuevan por mitades cada dos años, pudiendo ser reelegidos indefinidamente. Son electos tomando como distrito único cada provincia y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde se vota, por una lista de todos los candidatos de cada partido político o alianza electoral, a los puestos que cada distrito ponga en disputa en esa elección.68 En 2006 contaba con un total de 257 miembros.
El Senado reúne a los representantes de las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, correspondiéndole a cada una dos senadores por la mayoría y uno por la minoría, sumando en total 72 miembros. Son elegidos por voto directo, duran seis años en su mandato y se renuevan por tercios cada dos años, pudiendo ser reelegidos indefinidamente.69
Por la Ley 24.012 de 1991 se estableció el cupo femenino en los cargos electivos, obligando a los partidos políticos a incluir un mínimo de un tercio de mujeres entre los candidatos.70 Desde entonces, la participación de las mujeres en la política se ha incrementado notablemente, siendo Argentina el país sudamericano con mayor cantidad de mujeres en el Poder Legislativo y estando, a su vez, entre los primeros diez a nivel mundial.71
El Congreso de la Nación Argentina es el encargado de la formación y sanción de las leyes federales; además, tiene a su cargo la sanción de los códigos legales civil, penal, comercial, laboral, aeronáutico y de minería, entre otros.72 Cuenta con un organismo constitucional autónomo de asistencia técnica: la Auditoría General de la Nación, a cargo del control de legalidad, gestión y auditoría de toda la actividad de la administración pública.73
Asimismo, en el ámbito del Congreso funciona el Defensor del Pueblo de la República Argentina como órgano independiente, sin recibir instrucciones de ninguna autoridad. Su propósito es defender los derechos humanos y los derechos constitucionales y legales que puedan ser afectados por la Administración.74
Poder judicial
Artículo principal: Poder Judicial de la Nación Argentina
Palacio de Justicia de la Nación, donde sesiona la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina.
El poder judicial está encabezado por una Corte Suprema de Justicia integrada por cinco jueces abogados nombrados por el Presidente de la Nación con acuerdo del Senado, que requiere para ello una mayoría de dos tercios.75Los tribunales inferiores están encargados de resolver los conflictos regulados por la legislación federal en todo el país (tribunales federales) y, también, por la legislación común en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (tribunales nacionales). La designación de los jueces la realiza el Presidente de la Nación con acuerdo del Senado, sobre la base de una terna integrada por candidatos seleccionados en concurso público por el Consejo de la Magistratura, órgano de composición multisectorial, a quien corresponde el control directo de los jueces y la administración del Poder judicial.76 Los jueces permanecen en sus cargos "mientras dure su buena conducta" y solo pueden ser removidos en caso de infracciones graves, por un Jurado de Enjuiciamiento, integrado por legisladores, magistrados y abogados.
Ministerio Público
Artículo principal: Ministerio Público de la Argentina
La Constitución establece también el Ministerio Público como órgano independiente y con autonomía funcional y financiera, con la función de promover la actuación de la justicia. El Ministerio Público es un organismo constitucional (art. 120) y es considerado por parte de la doctrina como un cuarto poder, en tanto que otra parte sostiene que se trata de un órgano extra poder.77Se trata de un organismo bicéfalo integrado por el Ministerio Público Fiscal, dirigido por el Procurador General de la Nación y encargado de la acción de los fiscales, y el Ministerio Público de la Defensa dirigido por el Defensor General de la Nación y encargado de la acción de los defensores oficiales.78
Gobiernos provinciales
Edificio del Gobierno de la Provincia de Tierra del Fuego, en Ushuaia.
En la República Argentina existen 23 provincias que, debido al sistema federal adoptado por la Constitución, son autónomas y mantienen todo el poder no delegado explícitamente al gobierno federal.Todas las provincias cuentan con una constitución republicana y representativa que organiza sus propios poderes ejecutivo, legislativo y judicial, y regula el régimen de autonomía municipal. Las provincias pueden sancionar leyes sobre cuestiones no federales, pero las principales leyes comunes (civiles, comerciales, penales, laborales, de seguridad social y de minería) están reservadas al Congreso Nacional (Constitución Nacional, artículo 75, inciso 12).
En todas las provincias, el poder ejecutivo está a cargo de un gobernador que dura en sus funciones cuatro años y que, en general, puede ser reelegido. El poder legislativo en algunas provincias está ejercido por una legislatura unicameral y en otras por una legislatura bicameral.79 Todas las provincias cuentan con un poder judicial con su correspondiente Corte Superior provincial y tribunales encargados de resolver los conflictos regidos por la ley común (civil, penal, comercial, laboral, administrativo local).80
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene un régimen especial de autonomía sin llegar a ser una provincia. Una ley sancionada en 1880 la confirmó como capital de la República y la federalizó, separándola de la Provincia de Buenos Aires. Su organización política cuenta también con una Constitución republicana que establece un gobierno dividido en tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) y un régimen de descentralización en comunas. Las restricciones en materia de autonomía han influido para que hasta 2006 careciera de policía propia y un sistema judicial para resolver conflictos motivados en la aplicación de las leyes comunes. El titular del poder ejecutivo lleva el título de Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
La Constitución Nacional exige a cada provincia la organización de un régimen municipal81 y reconoce a los municipios su autonomía.82 Los municipios dirigen los destinos de cada ciudad o pueblo; por lo general, su jurisdicción se extiende a la zona rural aledaña y, en ocasiones, abarca localidades menores.
Relaciones exteriores
Artículo principal: Relaciones exteriores de la Argentina
Países con embajadas argentinas.
Bandera del Mercosur, bloque económico subregional de gran importancia, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
Argentina, junto a otros países de América del Sur, forma parte del Mercosur y de la Unión de Naciones Suramericanas. Participó en cada fase de la operación de Haití, y también ha contribuido en operaciones pacificadoras en diversas zonas del mundo. En reconocimiento a sus contribuciones a la seguridad internacional y a la pacificación, el presidente estadounidense Bill Clinton designó a la Argentina como aliado importante extra-OTAN en enero de 1998.83La Argentina mantiene una disputa de soberanía sobre las islas Malvinas, Sándwich del Sur, Aurora y Georgias del Sur, administradas por el Reino Unido, junto con sus espacios marítimos circundantes.84 Asimismo, reclama casi 1 millón de kilómetros cuadrados en la Antártida que no son reconocidos por otro país, excepto parcialmente por Chile.
Durante 2006 comenzó un litigio con Uruguay debido al inicio de las obras de una planta celulósica de la empresa finlandesa Metsä-Botnia en la localidad uruguaya de Fray Bentos. La Argentina ha demandado a Uruguay ante la Corte Internacional de Justicia argumentando que la instalación de las plantas de celulosa es contaminante y se ha realizado en violación del Estatuto del Río Uruguay.85
Fuerzas armadas y seguridad
Artículo principal: Fuerzas Armadas de la Argentina
Edificio Libertador, sede del Ministerio de Defensa, en Puerto Madero, Ciudad de Buenos Aires. Se puede observar también la Fragata Presidente Sarmiento.
Las fuerzas armadas de Argentina se encuentran bajo el mando del Presidente de la Nación, que es su comandante en jefe y atiende sus cuestiones a través del Ministerio de Defensa.75 Históricamente, han tenido uno de los mejores equipamientos de la región (por ejemplo, desarrollando tempranamente aviones con propulsión jet de manufactura propia en 1950), pero actualmente tienen asignado un presupuesto bajo en comparación a otros ejércitos regionales.86 La edad mínima para ingresar es de 18 años, sin que exista un servicio militar obligatorio.Las fuerzas armadas están compuestas por el Ejército Argentino, la Fuerza Aérea Argentina y la Armada Argentina. La seguridad de las aguas territoriales corresponde a la Prefectura Naval Argentina, la de regiones fronterizas y obras de infraestructura críticas a la Gendarmería Nacional Argentina, y la de los aeropuertos a la Policía de Seguridad Aeroportuaria; estas fuerzas de seguridad dependen del Ministerio de Seguridad. El Sistema de Inteligencia Nacional dirige las acciones de inteligencia, dentro de los que se destaca la Secretaría de Inteligencia, conocida popularmente como SIDE por su denominación anterior.
Cada provincia cuenta con su propia policía, que puede trabajar en conjunto con la Policía Federal Argentina, la fuerza de seguridad que se encarga de los delitos de ámbito exclusivamente federal o que involucran a más de una jurisdicción. La Policía Federal fue hasta el 2009 la fuerza policial de la Ciudad de Buenos Aires, cuando el jefe de Gobierno porteño de ese entonces Mauricio Macri creo la Policía Metropolitana, la misma fue creada en el marco de la ley N° 2.894, de Seguridad Pública, que fue sancionada el 28 de octubre de 2008 y promulgada por medio del decreto 1354 del 18 de noviembre de ese año. La reglamentación de la norma se registró el 20 de marzo de 2009 por medio del decreto 210.87
Las fuerzas armadas argentinas están llevando a cabo actualmente operaciones en Haití y Chipre, de conformidad con los mandatos de la ONU.88
Organización territorial
Artículo principal: Provincias de la Argentina
Las cuatro regiones en que se agrupan las provincias argentinas. La provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en amarillo, no integran ninguna región
Territorialmente, la República Argentina está organizada en 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en donde se encuentra la sede del gobierno federal.6 Mediante la ley N° 23512 de 1987, la Capital de la República debe ser trasladada a un nuevo Distrito Federal, a crearse en los municipios de Viedma y Guardia Mitre (Río Negro) y parte del Partido de Patagones (Buenos Aires). El traslado fue aceptado por las provincias de Río Negro (ley N° 2086) y Buenos Aires (ley N° 10454), pero caducó en ambos casos en 1992 al no efectuarse. Para junio de 2011 la ley nacional sigue vigente, pero el traslado ha sido desactivado y Buenos Aires continúa siendo la capital de la república de pleno derecho.Las provincias dividen su territorio en departamentos y estos a su vez se componen de municipios, con la excepción de la provincia de Buenos Aires que solo lo hace en municipios denominados partidos.89 Los departamentos, en general, no cuentan con funciones administrativas, aunque en las provincias de Mendoza, San Juan y La Rioja cada departamento es un municipio. En algunas provincias los departamentos son utilizados como distritos electorales para determinar representantes a las legislaturas provinciales y sirven como unidades de descentralización de diversos órganos provinciales como la policía y el Poder Judicial.
La Constitución Nacional de 1994 reconoce la autonomía municipal, pero da potestad a las provincias para reglar su alcance y contenido,18 por lo que existen municipios autónomos con potestad para sancionar Cartas Orgánicas Municipales y otros que no pueden hacerlo. También existen provincias que no reconocen la autonomía de sus municipios. Hasta diciembre de 2006, 123 municipios, haciendo uso de su autonomía institucional, habían dictado su propia carta orgánica.
Todas las provincias cuentan con gobierno locales y dentro de cada régimen se suelen encontrar distintas tipificaciones de municipios, existiendo casos de unidades administrativas similares a los municipios —generalmente, los correspondientes a localidades con escasa población—, pero que no cuentan con la mencionada autonomía y sus gobernantes son en general delegados del gobernador provincial.
Con excepción de la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las demás provincias han firmado tratados interprovinciales de integración90 conformando cuatro regiones para diversos fines:
- Región del Norte Grande Argentino, formada por las provincias de: Catamarca, Corrientes, Chaco, Formosa, Jujuy, Misiones, Tucumán, Salta y Santiago del Estero. (759.883 km²)
- Región del Nuevo Cuyo, formada por las provincias de: La Rioja, Mendoza, San Juan y San Luis. (404.906 km²)
- Región Patagónica, formada por las provincias de: Chubut, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. (930.638 km²)
- Región Centro, formada por las provincias de: Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe. (377.109 km²)
MANDATO | 1826 - 1827 |
PRESIDENTE | RIVADAVIA, Bernardino |
CAUSA DE CESE | Renuncia |
NACE - MUERE | 1780 - 1845 |
VICEPRESIDENTE | ------------------- |
¿Por qué Argentina no tuvó presidente durante el periodo comprendido entre 1827 y 1854? La figura presidencial fue creada en 1826 por la Constitución Argentina de 1826. El primer presidente elegido por dicho cargo fue Bernardino Rivadavia, y tras su renuncia, fue reemplazado por Vicente López y Planes. El cargo fue disuelto luego de ello, y mientras se desarrollaron las guerras civiles argentinas la Confederación Argentina no tuvo un gobierno central. Durante dicho período el cargo más similar al de presidente fue el del gobernador de la Provincia de Buenos Aires, que además de gobernar su propia provincia tenía a cargo el manejo de las relaciones exteriores. |
MANDATO | 1854 - 1860 |
PRESIDENTE | de URQUIZA, Justo José |
CAUSA DE CESE | Concluye |
NACE - MUERE | 1801 - 1870 |
VICEPRESIDENTE | DEL CARRIL, Salvador M. |
MANDATO | 1860 - 1861 |
PRESIDENTE | DERQUI, Santiago |
CAUSA DE CESE | Renuncia |
NACE - MUERE | 1809 - 1867 |
VICEPRESIDENTE | PEDERNERA, Juan E. |
MANDATO | 1862 - 1868 |
PRESIDENTE | MITRE, Bartolomé |
CAUSA DE CESE | Concluye |
NACE - MUERE | 1821 - 1906 |
VICEPRESIDENTE | PAZ, Marcos |
MANDATO | 1868 - 1874 |
PRESIDENTE | SARMIENTO, Domingo F. |
CAUSA DE CESE | Concluye |
NACE - MUERE | 1811 - 1888 |
VICEPRESIDENTE | ALSINA, Adolfo |
MANDATO | 1874 - 1880 |
PRESIDENTE | AVELLANEDA, Nicolás |
CAUSA DE CESE | Concluye |
NACE - MUERE | 1837 - 1885 |
VICEPRESIDENTE | ACOSTA, Mariano |
MANDATO | 1880 - 1886 |
PRESIDENTE | ROCA, Julio Argentino |
CAUSA DE CESE | Concluye |
NACE - MUERE | 1843 - 1914 |
VICEPRESIDENTE | MADERO, Francisco B. |
MANDATO | 1886 - 1890 |
PRESIDENTE | JUAREZ CELMAN, Miguel |
CAUSA DE CESE | Renuncia |
NACE - MUERE | 1844 - 1909 |
VICEPRESIDENTE | PELLEGRINI, Carlos |
MANDATO | 1890 - 1892 |
PRESIDENTE | PELLEGRINI, Carlos |
CAUSA DE CESE | Concluye |
NACE - MUERE | 1846 - 1906 |
VICEPRESIDENTE | ------------------- |
MANDATO | 1892 - 1895 |
PRESIDENTE | SAENZ PEÑA, Luis |
CAUSA DE CESE | Renuncia |
NACE - MUERE | 1822 - 1907 |
VICEPRESIDENTE | URIBURU, José Evaristo |
MANDATO | 1895 - 1898 |
PRESIDENTE | URIBURU, José E. |
CAUSA DE CESE | Concluye |
NACE - MUERE | 1831 - 1914 |
VICEPRESIDENTE | ------------------- |
MANDATO | 1898 - 1904 |
PRESIDENTE | ROCA, Julio Argentino |
CAUSA DE CESE | Concluye |
NACE - MUERE | |
VICEPRESIDENTE | QUIRNO COSTA, Roberto |
MANDATO | 1904 - 1906 |
PRESIDENTE | QUINTANA, Manuel |
CAUSA DE CESE | Fallece |
NACE - MUERE | 1835 - 1906 |
VICEPRESIDENTE | FIGUEROA ALCORTA, José |
MANDATO | 1906 - 1910 |
PRESIDENTE | FIGUEROA ALCORTA, J. |
CAUSA DE CESE | Concluye |
NACE - MUERE | 1860 - 1931 |
VICEPRESIDENTE | ----------------------- |
MANDATO | 1910 - 1914 |
PRESIDENTE | SAENZ PEÑA, Roque |
CAUSA DE CESE | Fallece |
NACE - MUERE | 1851 - 1914 |
VICEPRESIDENTE | DE LA PLAZA, Victorino |
MANDATO | 1914 - 1916 |
PRESIDENTE | de la PLAZA, Victorino |
CAUSA DE CESE | Concluye |
NACE - MUERE | 1840 - 1919 |
VICEPRESIDENTE | ----------------------- |
MANDATO | 1916 - 1922 |
PRESIDENTE | YRIGOYEN, Hipólito |
CAUSA DE CESE | Concluye |
NACE - MUERE | 1852 - 1933 |
VICEPRESIDENTE | LUNA, Pelagio |
MANDATO | 1922 - 1928 |
PRESIDENTE | de ALVEAR, Marcelo T. |
CAUSA DE CESE | Concluye |
NACE - MUERE | 1868 - 1942 |
VICEPRESIDENTE | GONZALEZ, Elpidio |
MANDATO | 1928 - 1930 |
PRESIDENTE | YRIGOYEN, Hipólito |
CAUSA DE CESE | Depuesto |
NACE - MUERE | 1852 - 1933 |
VICEPRESIDENTE | MARTINEZ, Enrique |
MANDATO | 1930 - 1932 |
PRESIDENTE | URIBURU, José Félix |
CAUSA DE CESE | Normalizador |
NACE - MUERE | 1868 - 1932 |
VICEPRESIDENTE | SANTAMARINA, Enrique |
OBS. | Gobierno de facto |
MANDATO | 1932 - 1938 |
PRESIDENTE | JUSTO, Agustín Pedro |
CAUSA DE CESE | Concluye |
NACE - MUERE | 1876 - 1943 |
VICEPRESIDENTE | ROCA, Julio Argentino Pascual |
MANDATO | 1938 - 1942 |
PRESIDENTE | ORTIZ, Roberto M. |
CAUSA DE CESE | Renuncia |
NACE - MUERE | 1886 - 1942 |
VICEPRESIDENTE | CASTILLO, Ramón S. |
MANDATO | 1942 - 1943 |
PRESIDENTE | CASTILLO, Ramón S. |
CAUSA DE CESE | Depuesto |
NACE - MUERE | 1873 - 1944 |
VICEPRESIDENTE | ----------------------- |
MANDATO | 1943 - 1944 |
PRESIDENTE | RAMIREZ, Pedro Pablo |
CAUSA DE CESE | Depuesto |
NACE - MUERE | 1884 - 1962 |
VICEPRESIDENTE | FARREL, Edelmiro |
OBS. | Gobierno de facto |
MANDATO | 1944 - 1946 |
PRESIDENTE | FARRELL, Edelmiro |
CAUSA DE CESE | Normalizador |
NACE - MUERE | 1887 - 1980 |
VICEPRESIDENTE | PERON, Juan Domingo |
OBS. | Gobierno de facto |
MANDATO | 1946 - 1951 |
PRESIDENTE | PERON, Juan Domingo |
CAUSA DE CESE | Concluye |
NACE - MUERE | 1895 - 1974 |
VICEPRESIDENTE | QUIJANO, Hortensio |
MANDATO | 1951 - 1955 |
PRESIDENTE | PERON, Juan Domingo |
CAUSA DE CESE | Depuesto |
NACE - MUERE | 1895 - 1974 |
VICEPRESIDENTE | TEISSAIRE, Alberto |
MANDATO | 1955 - 1955 |
PRESIDENTE | LONARDI, Eduardo |
CAUSA DE CESE | Depuesto |
NACE - MUERE | 1896 - 1956 |
VICEPRESIDENTE | ROJAS, Isaac |
OBS. | Gobierno de facto |
MANDATO | 1955 - 1958 |
PRESIDENTE | ARAMBURU, Pedro E. |
CAUSA DE CESE | Normalizador |
NACE - MUERE | 1903 - 1970 |
VICEPRESIDENTE | ROJAS, Isaac |
OBS. | Gobierno de facto |
MANDATO | 1958 - 1962 |
PRESIDENTE | FRONDIZI, Arturo |
CAUSA DE CESE | Depuesto |
NACE - MUERE | 1908 - 1995 |
VICEPRESIDENTE | GOMEZ, Alejandro |
MANDATO | 1962 - 1963 |
PRESIDENTE | GUIDO, José María |
CAUSA DE CESE | Normalizador |
NACE - MUERE | 1910 - 1975 |
VICEPRESIDENTE | ----------------------- |
MANDATO | 1963 - 1966 |
PRESIDENTE | ILLIA, Arturo Humberto |
CAUSA DE CESE | Depuesto |
NACE - MUERE | 1900 - 1983 |
VICEPRESIDENTE | PERETTE, Humberto |
MANDATO | 1966 - 1970 |
PRESIDENTE | ONGANIA, Juan Carlos |
CAUSA DE CESE | Depuesto |
NACE - MUERE | 1914 - 1995 |
VICEPRESIDENTE | ----------------------- |
OBS. | Gobierno de facto |
MANDATO | 1970 - 1971 |
PRESIDENTE | LEVINGSTON, Roberto |
CAUSA DE CESE | Depuesto |
NACE - MUERE | 1920- ... |
VICEPRESIDENTE | ----------------------- |
OBS. | Gobierno de facto |
MANDATO | 1971 - 1973 |
PRESIDENTE | LANUSSE, Alejandro |
CAUSA DE CESE | Normalizador |
NACE - MUERE | 1918 - 1996 |
VICEPRESIDENTE | ----------------------- |
OBS. | Gobierno de facto |
MANDATO | 1973 - 1973 |
PRESIDENTE | CAMPORA, Héctor José |
CAUSA DE CESE | Renuncia |
NACE - MUERE | 1909 - 1980 |
VICEPRESIDENTE | SOLANO LIMA, Vicente |
MANDATO | 1973 - 1973 |
PRESIDENTE | LASTIRI, Raúl Alberto |
CAUSA DE CESE | Normalizador |
NACE - MUERE | 1915 - 1978 |
VICEPRESIDENTE | ----------------------- |
MANDATO | 1973 - 1974 |
PRESIDENTE | PERON, Juan Domingo |
CAUSA DE CESE | Fallece |
NACE - MUERE | 1895 - 1974 |
VICEPRESIDENTE | MARTINEZ DE PERON, M. E. |
MANDATO | 1974 - 1976 |
PRESIDENTE | MARTINEZ de Perón, María E. |
CAUSA DE CESE | Depuesto |
NACE - MUERE | 1931 - ... |
VICEPRESIDENTE | ------------------------ |
MANDATO | 1976 - 1981 |
PRESIDENTE | VIDELA, Jorge Rafael |
CAUSA DE CESE | Concluye |
NACE - MUERE | 1925 - ... |
VICEPRESIDENTE | ------------------------ |
OBS. | Gobierno de facto |
MANDATO | 1981 - 1981 |
PRESIDENTE | VIOLA, Roberto E. |
CAUSA DE CESE | Depuesto |
NACE - MUERE | 1924 - 1994 |
VICEPRESIDENTE | ------------------------ |
OBS. | Gobierno de facto |
MANDATO | 1981 - 1982 |
PRESIDENTE | GALTIERI, Leopoldo F. |
CAUSA DE CESE | Renuncia |
NACE - MUERE | 1926 - ... |
VICEPRESIDENTE | ------------------------ |
OBS. | Gobierno de facto |
MANDATO | 1982 - 1983 |
PRESIDENTE | BIGNONE, Reynaldo B. |
CAUSA DE CESE | Normalizador |
NACE - MUERE | 1928 - ... |
VICEPRESIDENTE | ------------------------ |
OBS. | Gobierno de facto |
MANDATO | 1983 - 1989 |
PRESIDENTE | ALFONSIN, Raúl Ricardo |
CAUSA DE CESE | Renuncia |
NACE - MUERE | 1927 - 2009 |
VICEPRESIDENTE | MARTINEZ, Víctor |
MANDATO | 1989 - 1995 |
PRESIDENTE | MENEM, Carlos Saúl |
CAUSA DE CESE | Concluye |
NACE - MUERE | 1930 - ... |
VICEPRESIDENTE | DUHALDE, E. |
MANDATO | 1995 - 1999 |
PRESIDENTE | MENEM, Carlos Saúl |
CAUSA DE CESE | Concluye |
VICEPRESIDENTE | RUCKAUF, Carlos |
OBS. | Reforma constitucional 22/8/94 artículo. 90 |
MANDATO | 1999 - 2001 |
PRESIDENTE | DE LA RUA, Fernando |
CAUSA DE CESE | Renuncia |
VICEPRESIDENTE | ALVAREZ, Carlos |
MANDATO | 2001 - 2001 |
PRESIDENTE | PUERTA, Ramón |
CAUSA DE CESE | Entrega el mando a Presidente elegido por el Poder Legislativo. |
MANDATO | 2001 - 2001 |
PRESIDENTE | RODRIGUEZ SAA, Adolfo |
CAUSA DE CESE | Renuncia |
MANDATO | 2001 - 2002 |
PRESIDENTE | CAMAÑO, Eduardo |
CAUSA DE CESE | Entrega el mando a Presidente elegido por el Poder Legislativo. |
MANDATO | 2002 - 2003 |
PRESIDENTE | DUHALDE, Eduardo |
CAUSA DE CESE | Concluye |
MANDATO | 2003 - 2007 |
PRESIDENTE | KIRCHNER, Néstor |
CAUSA DE CESE | Concluye |
VICEPRESIDENTE | SCIOLI, Daniel |
MANDATO | 2007 - 2011 |
PRESIDENTE | KIRCHNER, Cristina Fernandez de |
VICEPRESIDENTE | COBOS, Julio César Cleto |
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