viernes, 26 de agosto de 2011

Medios de Comunicacion

La Radio, sus orígenes en la Republica Argentina

Siempre se trato de darle un mayor alcance a las comunicaciones entre los Hombres de todo el planeta. Con este fundamento se ha llegado a lo que es hoy la llamada Globalización. Esta maraña de sucesos que permiten por ejemplo saber que sucede en la Bolsa de Japón en este instante o que un terremoto en Oriente afecte nuestras exportaciones cerealeras. Es en la que estamos inmersos desde hace ya unos años.
La globalización de la comunicación es el fruto de dos grandes ideologías: la ilustración y el liberalismo.
La Ilustración proponía nuevas ideas, para esto contaba con el apoyo de la burguesía, poseía una concepción opuesta al absolutismo y por esto no contaba con el apoyo de la Iglesia. Y como punto fuerte proponía la división de poderes como así también declaraba que la razón y la ciencia eran los principios fundamentales.
El Liberalismo era una ideología económica como así también política que luchaba por acabar con el absolutismo, luchar por la soberanía popular y la privatización de los sectores económicos públicos. Un gran avance que se logro con este pensamiento fue el de la Declaración de los Derechos Humanos y del Ciudadano, estos trajeron consigo los ideales de la igualdad, la fraternidad y la libertad.
Con estos ideales comienza a desarrollarse en Europa, y con el pasar de los años en el resto del mundo, un movimiento muy grande que comenzó con la creación de redes de comunicación entre las ciudades, y así se produjeron las invenciones de los primeros puentes y caminos. Se tenía conciencia de que esto lograría una mayor fluidez de los flujos de circulación de personas y mercancías. Se estaban desafiando las fronteras de lo desconocido para muchos.
Con una mayor circulación de personas se produjo un mayor intercambio cultural y esto causo que se haya querido unificar las lenguas existentes. Ya que se creía que esto produciría una reducción de las diferencias entre culturas.
En el afán de universalizar una única lengua se trato de que esta fuera el lenguaje de los signos, y fue el telégrafo óptico un integrante de esa búsqueda. Con la aparición de este útil invento, las comunicaciones se extendieron con mucha rapidez y hacia los más diversos sectores. Muchos países querían instalar sus propias redes telegráficas y para prevenir futuros problemas se creó la Unión Telegráfica Internacional que cumplió la función de normalizador de los flujos telegráficos.
Aparecieron también otras asociaciones de nivel internacional como la Postal Universal (1874), Comisión Internacional de Pesos y Medidas (1875), la Convención para la Reglamentación Internacional de las Rutas Marítimas (1879), la Convención Internacional para los Transportes Internacionales por Ferrocarril (1890).
Luego, al aparecer el emblemático ferrocarril en Inglaterra en 1830, comienza una nueva era en cuanto a la fluidez de las comunicaciones. Las líneas férreas comienzan a expandirse con notable rapidez y traen consigo la expansión del telégrafo y de las ocupaciones de tierras. Era tan buen negocio que aparecen las primeras grandes empresas que representan tanto los intereses del ferrocarril como los de los telégrafos.
La organización de los ferrocarriles precede a la instauración de la hora universal a fin de no tener conflictos con las horas locales. Se decide tomar el Observatorio de Greenwich como punto de referencia para calcular el tiempo universal. Aquí se demuestra como un avance conlleva a otro.
Es Inglaterra quien posee la mayor industrialización en el siglo XIX, y su capital, Londres, quien se convierte en una "economia-mundo". Un centro a partir del cual se organizan y distribuyen jerárquicamente las otras potencias, las zonas intermedias y las regiones periféricas.
El primer cable submarino se instala en 1851 entre Francia e Inglaterra, y luego con la India. Esto marca un gran avance en las comunicaciones internacionales. Ya en el año 1902 se termina el Transpacífico que termina por unir al Mundo con las tierras de la Reina.
Estos cambios producen un gran avance en la sociedad de aquella época y dan pie al desarrollo de la radio. Un paso más en la ansia del Hombre por comunicarse.

Aparición de la Radio
La aparición de este medio de comunicación es una sucesión de descubrimientos que comenzaron a finales del siglo XIX.
Se tiene noción de que la primera comunicación telegráfica inalámbrica sucedió un 14 de mayo de 1897 entre las poblaciones de Laverck Point y la isla Fratholm en el canal de Bristol que se hallan separadas por una distancia de unos 5 kilómetros. El autor de ese fantástico descubrimiento fue Gugliermo Marconi, un físico italiano.
La radio es algo muy utilizado hoy en día, de muy diversas dimensiones y potencias a la cual damos un valor relativo debido a su masificación, fue objeto de admiración, exceptisismo e incalculables días dedicados a la investigación.
De esa primera comunicación le continuaron una seguidilla de avances tecnológicos que poco a poco fueron mejorando la calidad de las comunicaciones y también la cantidad.
El primer gran empujón que recibió fue durante el desarrollo de la I Guerra Mundial (28 de julio de 1914 – 1918). He aquí una gran utilidad que se le dio a este medio de comunicación: los fines bélicos.
Durante ese período los radioaficionados lograron hazañas tan grandes como el primer contacto radial transatlántico (1921).
El papel que jugo la radio en la II Guerra Mundial (1939 – 1945) fue también muy importante y fue allí donde recibió muchísimo aporte militar para logra un desempeño mejor al alcanzado en esa época. Se utilizó como medio alternativo de comunicación ante la destrucción de las vías férreas, telegráficas y de los caminos disponibles.
Desarrollo de la radio
Una vez finalizada la Guerra, la radio comenzó a utilizarce en mayor escala y se comenzaron a crear radioestaciones, lo cual trajo consigo la fabricación de más unidades de radio. Y esto genero una masificación del medio.
El origen de las estaciones de radio en distintas partes del mundo ha sido muy diverso: estatal, privado, con fines culturales, con fines comerciales. En una primera instancia, era con fines meramente informativos y luego comenzó a variar su rango de acción hasta llegar a cubrir los más diversos aspectos: brindar información, música, cultura, entretención, etc.
Otra ventaja que tuvo hacia sus orígenes es que, al igual que la televisión años mas tarde, llega al hogar, a diferencia del teatro, del cine aun inexistente, las conferencias, los conciertos que reúnen al público en un recinto.
Además llega a un público meramente heterogéneo, no así en sus comienzos que lo hacía solamente a la elite que podía sustentar la compra de un equipo radiofónico. En sus comienzos la radio era fuente de entretención familiar, en la cual al momento de "escuchar la radio", toda la familia se ponía alrededor de ella, la encendían y escuchaban por algunas horas.
Con el pasar de los años, tomo tanta popularidad que se crearon los primeros radioteatros, les precursores de las actuales telenovelas, los cuales eran seguidos por familias durante semanas. Fueron apareciendo las primeras publicidades y la radio poco a poco fue adquiriendo un fin de lucro.

Competencia de la TV
Duramente asediada desde 1951 por la competencia de la televisión, puede decirse que el colapso de la ya veterana radiofonía no fue absoluto ni siquiera prolongado, aunque los signos de deterioro y decadencia la presentaron muchas veces bajo luces desfavorables.
Con la aparición de la televisión en las décadas del ´50 / ´60, la radio comienza a perder popularidad. Pero contaba con la ventaja de que todavía los televisores eran aparatos muy caros y poco accesibles y no se contaban con estaciones preparadas para transmitir imágenes televisivas.
Con la invención de los transistores los equipos de radio se hicieron más pequeños y por índole más baratos, también la tecnología de la frecuencia modulada, ayudo a la radio a recuperar una parte importante de su legendario prestigio, pero es sabido que quien "regresa" no es siempre el mismo.
Pensamiento sobre la radio
"Si es verdad que la radio ha llegado a ser el medio socio-cultural de mayor divulgación, es verdad también que es uno de los más bastardeados y usados para fines no siempre confesables"
"De manera muy privilegiada, por su alcance masivo, la radio puede ordenar elementos y entrecruzarlos de modo muy especial, sobrepasando uno de sus fines que de ninguna manera debe obviarse como un añadido eficaz: el entretenimiento"
"El programa radiofónico, hecho para lo que supuestamente se considera una "masa" de oyentes, suele llegar, o es recibida por un individuo aislado, que en general no entabla ningún tipo de comunicación con el resto"
"El receptor de radio tiene la particularidad de ser manuable, de fácil ubicación... Además de ocupar su lugar en recintos cerrados (como las distintas habitaciones de una casa), se expande con sus sonidos a través del viaje en auto, en lugares como la escuela, en excursiones, en la playa o montaña, hasta en la calle o en un común viaje urbano de ómnibus acompañado de su poseedor."

La radio en la Argentina
Los primeros ensayos radiotelefónicos fueron hechos en el país en 1910, en la localidad de Bernal, por el propio Gugliermo Marconi. Este físico llegó a la Argentina en 1910 a bordo del barco Princesa Mafalda. Desde Bernal, con un cometa de 6 metros de superficie, remontó sus antenas a las alturas y se comunicó con Irlanda y Canadá. Las comunicaciones radiotelefónicas entre Italia y América del Sur se establecieron en 1930 desde el yate Electra de Marconi, fondeado en Génova. Pero ya hacía ya varios años que los aficionados argentinos practicaban transmisiones radiotelefónicas
A comienzos de 1916, el joven técnico ruso-norteamericano David Sarnoff sorprendió a sus jefes con la idea de una aplicación novedosa de ciertos descubrimientos de Hertz, Branly y Marconi: se trataba de llevar la música a los hogares mediante el empleo de la "inalámbrica", junto con conferencias, noticias generales, e informaciones sobre deportes.
El proyecto de Sarnoff – paralizado por la I Guerra Mundial – recién tuvo aplicación en 1920, prolongando el comienzo de una era que convertiría a la radiofonía en uno de los más poderosos instrumentos de comunicación social del mundo.
La aparición del fenómeno en la Argentina es prácticamente simultánea con Norteamérica. La noche del 26 de agosto de 1920 entre las 21 y las 23 Hs, en efecto, un grupo de aficionados integrado por Enrique Susini, Miguel Mujica, Cesar Guerrico y Luis Romero, instalaba un modestísimo equipo para transmitir la ópera "Parsifal" de Ricardo Wagner desde el Teatro Coliseo. Se trataba según algunos historiadores, de la primera transmisión radial del mundo con continuidad en el tiempo.
Un año más tarde L.O.R. Radio Argentina, primera licenciataria de la radiodifusión nacional, transmitía regularmente desde diversos teatros, e inclusive desde el propio Colon, con lo que se marcha un tono cultural. Hasta que llegó el 12 de octubre de 1922, día en que se realizó lo que podría denominarse la "primera cobertura periodística": la asunción a la presidencia de Marcelo T. de Alvear.
Sudamérica fue la iniciadora de la era de las transmisiones internacionales aunque con cierta cuota de viveza criolla.
Dos acontecimientos
En 1923 se producen otros dos acontecimientos pioneros: comienza a funcionar L.O.X. Radio Cultura, la primera emisora comercial que financia sus espacios con material publicitario, y el 14 de septiembre de ese mismo año la pelea Firpo-Dempsey da origen al primer empleo de la radio en función netamente periodística, un acontecimiento que será completado en 1924 con otro episodio igualmente inaugural: la transmisión del partido Argentina – Uruguay desde la cancha de Sportivo Barracas.
Si la ya histórica y crepitante emisión de "Parsifal" había concitado a medio centenar de escogidos oyentes, los nuevos cauces que comienza a abrir el medio incentivan a empresarios y a sectores de público cada vez más amplios. Con un autentico espíritu muy similar al que imperaba en los EE.UU. durante esos años, aparecen entre 1922 y1926 emisoras como Radio Sud América, subvencionada por los fabricantes de receptores, Radio Brusa, Radio Gran Splendid, Quilmes Broadcasting, Radio Nacional, Estación Flores, Radio Prieto, Radio Callao, Radio Olivos y Radio Municipal, la primera emisora oficial del país
Como la mayoría de los nuevos medios masivos, la radio fue manejada en sus primeras etapas por pioneros de muy variadas características: tecnólogos que solo veían los aspectos materiales del medio, aficionados, entusiastas e intuitivos hombres de negocios estimulados por las excelentes perspectivas comerciales del medio, y unos pocos visionarios que llegaban desde las filas del periodismo, la música y el teatro.
Con patrones propios
Como en el cine y la televisión, la radio osciló en sus comienzos entre la función meramente intermediaria y reproductora (la que preside, en cierta forma, la primitiva transmisión de operas) y la exploración de sus propios lenguajes y de sus códigos comunicacionales específicos (la que determina, en gran medida, el desarrollo del radioteatro hasta alcanzar formas autónomas y muy depuradas desde el punto de vista del empleo de la imaginación, los silencios, los efectos sonoros, los planos de la voz humana, las cortinas musicales, el desarrollo dramático, etc.
Piloteada por grandes intuitivos, por hombres de creatividad alerta y por no pocos mercaderes, la radiofonía argentina no tardó en elaborar sus propios patrones, que dieron amplia cabida a las expresiones más variadas de la cultura popular y de la cultura de elite, aunque esta última se mantuvo siempre a prudente distancia de un medio al que solo veía como eventual transmisor de formas y contenidos ya establecidos, y no como plástico generador de lenguajes y productos específicamente "radiotelefónicos"
Indudablemente masiva, la radio supo recortar, sin embargo, campos de audiencia bien diferenciados, probando su capacidad para satisfacer apetencias informativas, recreativas y educacionales de sectores muy diversos, como en cierta medida lo atestimonia el amplio espectro sociocultural que va desde la audiencia de Radio El Mundo hasta los fieles de Radio del Pueblo.
La radio fue, asimismo, el vehículo de difusión de los grandes eventos sociales e históricos ocurridos en la Argentina desde los tiempos de Alvear, tanto en el plano de los menudos acontecimientos de la vida cotidiana como en el de los grandes hechos de trascendencia: arribo de huéspedes ilustres, festejos de Carnaval, concentraciones populares, desfiles militares, golpes de Estado, campañas electorales, revoluciones, asunciones presidenciales, festejos patrios, etc. En ese campo, como pocos medios, probó su enorme ubicuidad y su capacidad para captar el hecho "en vivo", transmitiendo al oyente una nítida sensación de contemporaneidad y participación. Y no faltó, por cierto, como testimonio de esta comprometedora característica de la radio, la anécdota graciosa, como la palabra "cambronesca" que se le escapo a algún jugador famoso, o las iras de cierto ministro reclamando silencio a algún espectador enfervorizado por su discurso.

El radioteatro argentino
Cuando a comienzos de 1929 una audición de música campera conducida por Roberto Torres y Francisco Mastandrea parecía agotarse, este último, inspirado en las novelas por entregas tan en boga en aquella época, crea "La caricia del lobo", "una novela radial, la primera obra radiofónica que no concluiría en un solo día o en el espacio de una audición"
Hasta ese momento se habían difundido programas unitarios de teatro radial y programas como el ya mencionado de Mastandrea, denominados en la época "revistas radioteatrales", en los que se combinaban números de música y canciones folklóricas con la representación de breves escenas o "sketchs" de ambiente campero. Los que le siguen toman la temática y la estructura del folletín y el drama gauchesco.
En la programación radial de 1933 había cuatro compañías radioteatrales, dos años más tarde se produce una explosión del género que sólo se interrumpirá con el arribo de la televisión y que se manifiesta en la creación de nuevas compañías; en la diversificación temática del género, de acuerdo a exigencias de un público cada vez más amplio y heterogéneo, y en la incorporación de autores para cubrir la demande de adaptaciones y novelas originales.
En la búsqueda de temas y fórmulas de segura repercusión, la radio se nutre de la novela popular, fuente aprovechada ya por otros medios como el cine y la historieta. Con una variedad tal que mezcla novelas de capa y espada, de aventuras, policiales e históricas con la novela sentimental o "rosa" que terminara imponiéndose en la década siguiente. Pero el género se diversificó todavía más. Habrá un radioteatro infantil; un radioteatro familiar y costumbrista; un radioteatro dirigido a un público de clase media predominantemente femenino que gustaba de las historias de amor con final feliz y finalmente la línea gauchesca.

Función periodística de la Radio Argentina
El primer empleo histórico de la radio argentina en función periodística data de 1923: "Fue derrotado por Dempsey el futuro campeón del mundo, Luis Angel Firpo". Pero es en 1927 cuando Enrique P. Maoni inicia en Splendid, la lectura de diarios, ejemplo imitado por casi todas las radios.
Splendid y El Mundo difundían noticias juntamente con radioemisoras del interior, y se creaba la primera agencia radial.
Durante la Guerra Civil Española salía al aire por Excelsior un servicio especial radiotelefónico, y la II Guerra Mundial, a su vez, mantenía expectantes a los oyentes, que seguían en el mapa los avances y retrocesos de los Aliados y el Eje.

Bibliografía consultada
-Suplemento Cultura y nación, La Radio, Diario Clarín, jueves 13 de mayo de 1982.-Suplemento Información general, 65 años de la radio en la argentina, Diario La Razón, martes 27 de agosto de 1985.-Origen y relación de la radio con el medio.-Armand Mattelart, La mundialización de la comunicación, Editorial Paidós, 1999-11-10-Grupo Editorial Oceano, Diccionario Oceano, Editorial Carvajal S.A., 1991.-Grupo Editorial Oceano, Diccionario Oceano de sinónimos y antónimos, Editorial Carvajal S.A., 1997.-Microsoft Corporation, Enciclopedia Microsoft Encarta 99, ã 1998.-VOX-Diccionario General de la Lengua Española, Biblograf S.A., Barcelona,ã 1997-Radio Club de los Andes LU 8 YE, Manual del Curso de Radioaficionado 1994, 1994-95.
Direcciones Web
-http://www.weblandia.com/radio/pioner-e.htm, Andrés y José Manuel Salillas, 100 años de radio, Pioners de la radio, 17 de junio de 1997.-http://www.web.sitio.net/faq/marcotabla.htm, Tabla comparativa de Medios de Comunicación.
-http://www.espanol.yahoo.com, Buscador web, 1999.-http://www.avm.com.ar, Buscador web, 1999.-http://www.elsitio.com.ar, Buscador, 1999.


Historia de la Televisión en la Argentina
Primeros Pasos en Manos del Estado
La televisión en la Argentina se inicia en 1951, respondiendo a una política estatal desarrollada por el gobierno de Juan Domingo Perón. De la mano de Jaime Yankelevich, la primera transmisión tuvo lugar desde LR 3 Radio Belgrano, con los mismos locutores que hasta el momento trabajaban para la emisora. Con una antena instalada en el Ministerio de Obras Públicas y el discurso de Eva Perón en los actos centrales de la Plaza de Mayo, fue inaugurado oficialmente el pionero Canal 7. Pocas fueron las personas que contaban con aparatos receptores en sus hogares y la novedad fue compartida en bares, cafés y negocios de Buenos Aires entre un público que hasta entonces había sido esencialmente radioescucha. Precisamente, fueron locutores radiales quienes pronto se convirtieron en primeras figuras del nuevo medio: Guillermo Brizuela Méndez, Nelly Trenti, Nelly Prince, Adolfo Salinas, Pinky (Lidia Elsa Satragno) y Antonio Carrizo.En el único canal estatal se irían formando artistas, técnicos, camarógrafos y directores, la mayoría de ellos provenientes del mundo del espectáculo que en aquel momento atravesaba su época de oro: el teatro, con dos funciones diarias, y el cine, con una cuantiosa producción de títulos. Los programas se emitían por la noche y en vivo, modalidad que dio lugar al más frondoso anecdotario de equivocaciones y obstáculos.El primer formato de producción nacional fue el telenoticioso, al que seguirían los musicales y los programas culinarios con la mítica figura de Petrona C. de Gandulfo. La grilla televisiva se completaba con series norteamericanas de media hora de duración, como "Patrulla del camino", "El llanero solitario" o "Cisco Kid". A partir de 1956, atendiendo a las demandas de un público predominantemente femenino se pusieron en pantalla las primeras telenovelas; pionero en el género resultó el "Teleteatro a la hora del té", con Fernando Heredia y María Aurelia Bisutti. En la programación general, en tanto, la oferta comenzó a ampliarse: se impusieron los periodísticos con figuras como Blackie o Tito Martínez del Box; las comedias de asunto familiar con Mirtha Legrand, Ángel Magaña, Jorge Salcedo y Osvaldo Miranda; y los shows musicales con la presentación de cantantes solistas. Nuevos nombres ganaron un lugar indiscutible en el nuevo medio: Augusto Bonardo, Juan Carlos Thorry, Analía Gadé, Chas de Cruz con su "Diario del Cine" y hasta el diseñador de modas Jean Cartier. Al mismo tiempo, la exhibición de series norteamericanas se extendió a una hora de duración y así se impuso en la Argentina el mítico lejano Oeste con "Cheyene", "Cuero Crudo" y "Caravana".Los aparatos receptores de la década inicialmente habían sido importados hasta que comenzó la producción nacional; la normativa, en tanto, dio cuenta de los cambios generados por el nuevo medio al sancionarse en 1957 el Decreto/Ley que establecía el carácter individual de las licencias.En 1959 diez cronistas de radio y televisión fundaron la Asociación de Periodistas de la Televisión y Radiofonía Argentinas (APTRA) en la sede de Argentores, bajo la presidencia de Manuel Ferradás Campos. A fin de año se realizó la entrega del primer premio: "El gaucho", una escultura de Perlotti. Entre los ganadores se destacó Narciso Ibáñez Menta, primer actor y director del ciclo "Obras Maestras del Terror". Al año siguiente, ya bautizada la estatuilla con el nombre de "Martín Fierro", APTRA distinguió a Tato Bores, un actor clásico del humor político que mantendría su vigencia hasta los 90, con interrupciones impuestas por la censura de distintos gobiernos.

La Televisión Privada
El final de la década del 50 vio nacer en Córdoba la televisión privada. En 1960 iniciaron sus transmisiones desde Buenos Aires los canales 9 Cadete y 13 Proartel, con escasos cuatro meses de diferencia. Surgieron otros en el interior del país, en especial en Rosario y en Mar del Plata; en 1961 lo hizo Teleonce y en 1966, Canal 2 de La Plata.Se trató de una época de gran expansión del medio basada en una programación diversificada, en adelantos técnicos notables que permitieron la grabación en carreteles de cinta sin cortes, en la ofensiva publicitaria que deshechó las viejas placas estáticas y comercializó directamente los segundos de aire por medio de gerencias comerciales de los propios canales y en una industria que comenzaba a crecer a su sombra y a retroalimentar su funcionamiento: las revistas especializadas (TV Guía, Canal TV y Antena TV) y las mediciones de audiencia (rating). Estas últimas dan cuenta de que los programas cómicos ("Felipe", "Viendo a Biondi", "Telecómicos", "La Nena"); las telenovelas ("El amor tiene cara de mujer", "La Familia Falcón"); las series ("El fugitivo", "Combate", "Bonanza", "Ruta 66" o "La caldera del diablo") y comedias norteamericanas ("El show de Dick Van Dyke", "Yo quiero a Lucy" o "Los 3 chiflados") se encuentran entre las preferencias del público. Crecieron también los productos destinados a segmentos particulares de la población: los programas infantiles ("Disneylandia", "Lassie", "Rin Tin Tin", "Titanes en el ring", "Las Aventuras del Capitán Piluso y Coquito", "El flequillo de Balá"); los juveniles ("El Club del clan", "Escala musical"); los femeninos ("Buenas tardes, mucho gusto"; "Dr. Cándido Pérez, señoras"). Sin embargo, esta segmentación no descartó los programas ómnibus del fin de semana (el pionero "Sábados circulares" de Pipo Mancera; "Sábados continuados" de Héctor Coire; "Domingos de mi ciudad", luego convertido en "Feliz Domingo", un clásico de los estudiantes secundarios) de gran impacto receptivo.El 20 de julio de 1969 se cubrió la llegada del hombre a la luna y en septiembre se inauguró la primera antena parabólica o estación terrestre (vía satélite de Balcarce). La década se cerró con la entrega del "Martín Fierro" por primera vez a la producción radial y televisiva del interior y con el éxito de programas, hoy ya clásicos, como "Los Campanelli", "Telenoche" –conducido por Mónica Cahen D´Anvers y Andrés Percivale– y "Almorzando con Mirtha Legrand". En 1972 a partir de la promulgación de la Ley Nacional de Telecomunicaciones se creó el Comité Federal de Radiodifusión (COMFER). Dos años después los canales privados pasaron a manos del Estado Nacional. En el transcurso de la década continuó creciendo la oferta segmentada: musicales para el público joven ("Música en libertad", "Alta Tensión") y para un público mayor ("Grandes valores del tango", "Asado con cuentos" con Luis Landriscina), las grandes transmisiones deportivas (las peleas de box de Monzón y Galíndez y el Mundial 74), los programas cómicos ("La Tuerca", "Hiperhumor", "Operación Ja Ja", "El chupete", "Porcelandia"), los relacionales de Roberto Galán ("Si lo sabe cante" y "Yo me quiero casar… ¿y usted?") y los unitarios de factura dramática entre los que se destacaba especialmente "Cosa Juzgada", dirigido por David Stivel con uno de los mejores elencos de la escena nacional. Las telenovelas por su parte, comenzaron a ocupar la franja nocturna, horario que hasta el momento les había sido ajeno. Se sucedieron los grandes éxitos de Alberto Migré ("Rolando Rivas, taxista"; "Pobre Diabla"; "Dos a quererse"; "Piel naranja"), mientras el público consagraba a nueva figuras formadas o entrenadas en el medio: Soledad Silveyra, Claudio García Satur, Beatriz Taibo, Arturo Puig, María de los Ángeles Medrano, Claudio Levrino y Arnaldo André, entre otros.Paralelamente los canales del interior comenzaron a incorporar las máquinas Ampex, recibiendo la programación de Capital Federal en diferido y a veces filmada de la pantalla. La escasa calidad en la definición de la imagen más allá de los 60 kilómetros de la antena transmisora, llevó a la creación de los pioneros circuitos cerrados de televisión en los pequeños pueblos, germen de lo que luego sería la TV por cable.

La Televisión de la Dictadura
Con la peor dictadura de la historia, la cultura y el arte nacional sufrieron múltiples atropellos. Las listas negras se impusieron de inmediato: actores y actrices como Norma Aleandro, Marilina Ross, Juan Carlos Gené, Irma Roy, Luis Politti, Federico Luppi, Bárbara Mugica, Carlos Carella, Héctor Alterio, David Stivel, que habían recibido amenazas en las postrimerías del anterior gobierno constitucional por parte de la Triple A, fueron prohibidos por decisión de la Junta Militar. La ceremonia de entrega del "Martín Fierro" se realizó casi en secreto, sin televisación y con escasa repercusión en los medios gráficos. Numerosos periodistas del medio recibieron también presiones y censura.Próximo a realizarse en el país el Campeonato Mundial de Fútbol en 1978, la dictadura creó el Ente Argentina78 TV con el propósito de instaurar un canal de transmisión en color. Se adoptó la norma Pal–N y nació ATC en reemplazo del Canal 7, con instalaciones monumentales y de última generación para justificar el desmesurado presupuesto acordado. Otra muestra del accionar dictatorial con la televisión fue el engañoso manejo informativo que se hizo durante la Guerra de Malvinas a través del tratamiento triunfalista del conflicto.Se impuso entonces una televisión pasatista con series norteamericanas de nueva factura ("El hombre nuclear", "La mujer biónica", "Las calles de San Francisco", "Koyak", "Swatt", "Los ángeles de Charly") que naturalizaban la violencia, los apremios ilegales y el sexismo. Las telenovelas incorporaron a niños o adolescentes como protagonistas ("Pelito", "Andrea Celeste") o se reeditaron viejas historias ("Rosa de Lejos", remake de "Simplemente María"), al tiempo que se incorporaban tiras mexicanas o venezolanas que resultaban de bajo costo para la situación cambiaria de la época.Otros programas de esos años fueron "Tiempo nuevo" de Bernardo Neustadt, "Pinky y la noticia", "El show de Velazco Ferrero" o "La hora de Andrés". Un hito aparte lo constituyó "Video–Show" de Cacho Fontana, el primer programa en utilizar una videocámara.En 1980, sobre el antecedente de la CONART, se creó el Comité Federal de Radiodifusión (COMFER) con el fin de controlar el funcionamiento y emisión de la programación de radio y TV.

El Retorno a la Democracia
A partir de 1983 soplaron aires frescos en la sociedad y por ende, en la televisión, que renovó formatos y lenguajes. El mejor ejemplo fue el tratamiento de la información: programas como "Semanario insólito" o "Cable a tierra", deudores de la experiencia pionera de "La noticia rebelde" de Abrevaya, Guinzburg y Castello, se posicionaron en forma destacada. "El Monitor Argentino" de Roberto Cenderelli, conducido por la dupla Caparrós–Dorio, y "El Galpón de la Memoria", censurado en su segunda emisión por el COMFER en 1987, mostraron el grado de creatividad y madurez que el medio podía alcanzar. La necesidad de reflexionar sobre el pasado reciente se puso de manifiesto en unitarios de temática más profunda ("Compromiso", "Nosotros y los miedos", "Atreverse") y la telenovela planteó la construcción de un verosímil más sólido ("Contracara", "Historia de un trepador"). Los programas humorísticos en tanto, comenzaron a exhibir cierto "destape" ("No toca botón", "Calabromas", "Comicolor").Las flamantes empresas de cable instaladas en la zona norte del Gran Buenos Aires se mudaron a la Capital dando origen a un fenómeno nuevo: el auge de la TV por cable. En 1984 Canal 9 volvió nuevamente a manos de Alejandro Romay. Dos años más tarde comenzaron a ser utilizados los satélites para la transmisión de video, audio y datos y las empresas del rubro llegaron a promocionar hasta 70 canales de señales nacionales y extranjeras. Volvió APTRA: en 1988 pudo transmitir la entrega de sus premios desde ATC, en directo hacia todo el país.

Los Años Recientes
La década del 90 produjo otros cambios. Se liberaron señales y frecuencias y los canales de aire regresaron a manos privadas. Paralelamente, surgieron poderosos grupos multimedia que comenzaron a concentrar en una sola empresa distintos medios de comunicación.Por otra parte, la instrumentación del zapping por parte del espectador generó también desde la propia TV una retórica más audaz e impactante, en muchos casos de marcado tinte sensacionalista, a fin de mantener al público cautivo. Indirectamente se vio afectada la programación de materiales fílmicos, que ganó en actualidad, aunque no siempre en calidad. Las viejas figuras dieron paso a los jóvenes de entonces (Pergolini, Tinelli, Suar, Cris Morena), aunque se mantuvieron algunas de larga data como Mirta Legrand o Susana Giménez, repitiendo fórmulas de éxito seguro. El videocable permitió la llegada de series originales sin doblaje ("Friends", "Seinfield", "La niñera", "Código X"). Los programas infantiles también tuvieron en productos importados sus principales referentes ("El show de Xuxa", "Los Simpson") y proliferaron dibujos animados protagonizados por monstruos y criaturas extrañas. El deporte pasó a ocupar un rol destacado, con canales de dedicación temática completa.Hoy resulta difícil predecir el rumbo que tendrá la televisión en los próximos diez o veinte años, sobre todo a partir de la incorporación de las nuevas tecnologías al espacio audiovisual. No obstante, pueden señalarse algunas tendencias actuales que seguramente habrán de mantenerse. Entre ellas: la auto–referencialidad con que se nutre a diario a partir de la disposición inmediata de materiales de archivo; el encubrimiento del carácter ficcional del "reality" presentado como verdad y basado –entre otras cosas– en el uso de múltiples cámaras o micrófonos; la supuesta interacción con el público a través de telefonía celular o Internet y hasta la delegación de aspectos de producción a bajo costo, depositados en usuarios ansiosos de protagonismo.Sin embargo, cabe señalar que la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, augura mejores tiempos para el medio.

Fuente: www.argentina.gov.ar

MEDINA ERICA (o como me tienen en lista: Molina Erica)

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